Ya chole con la corrupción
Por; Jorge Ramos
El gobierno del presidente, Enrique Peña Nieto, está cansado de las quejas de los mexicanos.
Por eso produjo y difundió en el internet un comercial llamado “Ya chole”. Las críticas en las redes sociales fueron tantas que rápidamente lo sacaron de su página web. Pero fue una decisión tonta. Nada desaparece del internet.
Pero lo que Peña Nieto debe saber es que los mexicanos también están cansados de él y de su temor a tomar decisiones fuertes. Parece que en los temas más graves, el presidente desaparece. Tomemos el caso de la corrupción.
Primero la verdad, aunque duela. México es uno de los países más corruptos del mundo. La organización Transparencia Internacional puso a México el año pasado en el lugar 103 de un total de 175 países y territorios. Este índice mide la percepción de corrupción dentro del sector público de cada país. Traducción: los mexicanos creen que su gobierno es muy corrupto. (Aquí está la lista transparency.org )
Eso, desafortunadamente, no es noticia. Lo grave está en que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha decidido no hacer nada significativo contra la corrupción. La política oficial es dejar que todo siga igual.
La percepción de corrupción e impunidad viene desde arriba. Un ejemplo ya muy trillado. Si la esposa del presidente, Angélica Rivera, compró una casa de siete millones de dólares de un contratista del gobierno -al igual que el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray- y no pasó nada, entonces ¿qué se puede esperar del resto del gabinete y de otros funcionarios públicos?
La realidad es que la esposa del presidente y su principal colaborador se beneficiaron por su relación con una empresa que gana millones de dólares en contratos con el gobierno. Ellos dicen que todo es legal. Sin embargo ¿por qué todos los mexicanos no tienen acceso al mismo tipo de financiamiento y condiciones que recibieron la señora Rivera y el señor Videgaray para comprar sus casas?
El otro problema de corrupción vino con la investigación. El presidente Peña Nieto puso a un subalterno -Virgilio Andrade- a investigar y, por supuesto, absolvió de cualquier culpa a la esposa de su jefe y a su principal asesor económico.
¿Qué más podemos hacer? se pregunta el gobierno mexicano. Mucho, mucho más. Y los ejemplos están en Guatemala y en Nigeria.
Si de verdad el gobierno de Peña estuviera interesado en luchar contra la corrupción, haría un acuerdo con Naciones Unidas -como lo hizo Guatemala- para crear una comisión investigadora, internacional e independiente. En Guatemala el presidente y la vicepresidenta fueron obligados a renunciar por acusaciones de corrupción. Peña Nieto nunca se atrevería a dejar que Naciones Unidas lo investigara. ¿Por qué? Porque esa investigación no la podría controlar.
El otro ejemplo viene de Nigeria, que estaba en el lugar 136 de la lista de Transparencia Internacional. Ahí el nuevo presidente Muhammadu Buhari ordenó una revisión de casi todos los contratos gubernamentales, creó una comisión anti-corrupción y arrestó al ministro y al ex-ministro de la empresa estatal de petróleo, según reportó The New York Times.
Nigeria, como México, es un país petrolero. Pero si México siguiera el ejemplo de Nigeria, pondría a revisión todos los contratos hechos por PEMEX en los últimos tres años. Además, investigaría a fondo cualquier contrato por más de un millón de dólares o los otorgados sin concurso en cualquier Secretaría. (Nada más de pensarlo, muchos están mojando de sudor esta página del diario o se les está resbalando el celular.)
Es decir, si México de verdad quisiera hacer algo contra la corrupción y la impunidad, podría perfectamente seguir los ejemplos de Nigeria y Guatemala. Pero, a propósito, el gobierno de Peña Nieto ha decidido no invitar a investigadores de Naciones Unidas ni poner a revisión todos los contratos gubernamentales cuestionables.
Así que, aunque duela, hay que decirlo. México es un país muy corrupto y lo seguirá siendo durante el gobierno de Peña Nieto. El presidente no ha demostrado ninguna voluntad para cambiar prácticas muy viejas. Si lo hiciera, los más cercanos a él serían los más afectados.
Y mientras nada cambie, los mexicanos tienen todo el derecho de quejarse y de decir: “Ya chole con la corrupción.”
Posdata. Un problema similar ocurre respecto a los derechos humanos. Esta semana Estados Unidos detuvo un pago a México de cinco millones de dólares por graves violaciones a los derechos humanos (como la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa y la masacre del ejército en Tlatlaya).
El gobierno, muchas veces, parece ser el principal obstáculo para conocer la verdad e impartir justicia. Sí, ya chole también con los asesinatos, los secuestros y los desaparecidos.