Maestría del alma profunda
POR ISMAEL CALA
@CALA
El venezolano Carlos Coste es uno de los pocos seres humanos que ha descendido más de 120 metros bajo el nivel del mar, sin ventilación asistida. La apnea deportiva es una disciplina riesgosa, basada en la suspensión voluntaria de la respiración.
Carlos conoce los peligros de la zambullida en las profundidades, pero los enfrenta y disfruta. Ha establecido varios récords mundiales tras entrenar muchos años. Ha tenido que preparar su cuerpo y su psiquis, convencido de que no es un superdotado, sino un atleta de una actividad que exige un riguroso dominio de los límites físicos y mentales.
¿Cómo logra ese dominio?
-Con un profundo control emocional adquirido con el yoga y otras técnicas de relajación. Para Carlos, es esencial gestionar el miedo. No eliminarlo, porque, como ha dicho en más de una ocasión, “el miedo siempre está presente, es parte del negocio”.
-Con una alimentación e hidratación adecuadas.
-Es el rey de la disciplina, la paciencia y la perseverancia, única fórmula posible para enfrentar los agotadores entrenamientos.
-Enfrenta la vida con actitud positiva, enfocado siempre en que puede lograr lo que se propone.
-Tiene absoluta confianza en sí mismo, porque conoce sus límites.
A esas cualidades, se suma su disposición para salir adelante en los momentos más difíciles. En 2006, un accidente cerebro-vascular afectó su movilidad mientras entrenaba a 182 metros de profundidad en Egipto. Quedó semiparalizado, no podía caminar sin asistencia. Fue una situación muy grave y complicada. Pudo recuperarse gracias a la gran pasión que sentía por el mar.
La actitud de Carlos Coste es un ejemplo para todos en el camino hacia el éxito, en cualquier esfera de la vida. Por eso lo hemos invitado, junto a otras personalidades, al Cala Encuentros que celebraremos en Roatán, Honduras, del 9 al 13 de noviembre. Allí conoceremos las experiencias que le han permitido ser un triunfador en la vida.
Las metas de Carlos consisten en “hundirse cada vez más profundo”. Sin embargo, para conquistarlas, sus sueños tienen que volar muy alto.