Amor a mamá… más que una celebración
Por: Juliana Henao
Si bien es cierto el día de la madre como otros días son un invento del comercio para generar ventas, es también válido si se considera un día para reconocer a aquellas personas que han asumido el papel de ser madres, y es que existe un gran abanico de estilos de mamás, tanto como mujeres hay en el planeta.
Está la mamá biológica, la que ha engendrado en su vientre el bebé, le facilita la llegada a este mundo y lo continúa acompañando durante toda su vida.
Está la mamá adoptiva, la que decide abrir las puertas de su casa y de su corazón para albergar un hijo, o dos o más, y quienes brindan amor como si llevaran su mismo ADN.
Están las abuelas-mamás que por opción, no por obligación deciden colaborar con la crianza de sus nietos, y llenan de amor y mimos a los hijos de sus hijos.
Están las tías-mamas, que a veces por ausencia de la madre biológica asumen el cuidado de los pequeños y los nutren con amor. Y existen las vecinas-mamás o amigas-mamás que entre sus múltiples obligaciones con sus propias familias colaboran con la crianza de los hijos de sus vecinas-amigas.
Estas mamás pueden tener personalidades tan variadas, a veces muy nutridoras y a veces no tanto. Y es que cada mamá está influenciada por su propia historia personal, y en algunas ocasiones esa historia no es tan linda y amorosa como en los cuentos. Hay mamás que se olvidan de sus pequeños.
Hay mamás que abusan emocional y físicamente de sus bebés. Hay mamás que anteponen sus conquistas amorosas a sus hijos. Hay mamás que simple y sencillamente no saben ser mamás. Y es que ser mamá, una función natural tan fácil de cumplir supone una gran destreza emocional e intelectual, que no todas las mujeres quieren y aceptan.
Y está bien, no todas las mujeres están llamadas a asumir este papel. Pero cuando se toma la decisión de ser madre, entonces ahí ya si se toma la gran responsabilidad de ejercerla con todos los honores. Una madre nutre a sus hijos con amor cada día, no importa las condiciones y las circunstancias.
Mientras están pequeños vela por su seguridad, por su alimentación, por su salud, aprende a comunicarse con su hijo a través de los gestos y la intuición. Una madre transmite cultura, valores, lenguaje a sus hijos mediante los juegos, la comida, la forma en que ella misma se relaciona con los otros.
Una madre fomenta la autoestima, la confianza, el autor espeto cuando elige acertadamente el padre de sus hijos; cuando cuida de sí misma, cuando cree en sí misma, y sus hijos momento a momento asimilan su comportamiento.
Una madre cultiva la educación, la alegría, y la diversión cuando provee que sus hijos asistan a la escuela, se ríe frecuentemente y crea espacios para compartir con sus hijos. Una madre promueve un estilo de vida saludable cuando presta atención a su salud física y mental.
Una madre enseña disciplina y tolerancia cuando establece límites, cuando deja de lado perjuicios y prejuicios. Una madre es un ser humano común y corriente, que se convierte en el ser más extraordinario cuando dedica su vida entera a la formación de seres humanos, una de las tareas más formidables del que tenemos conocimiento.
Una madre nutridora y tejedora de sueños es la que crea memorias de amor para sus hijos, que los lleve a convertirse en seres auténticos, agentes de cambio, seres pensantes, creadores de un mundo de amor.
Feliz día de la madre!