Malas mamás
Por: Juliana Henao
El pasado fin de semana decidí ir con unas amigas al cine y ver la película Malas mamás (Bad Moms en inglés) donde se muestra a Amy, una mujer de 32 años que tiene una vida perfecta: casada, profesional, con dos hijos, delgada, un trabajo de medio tiempo, atiende cada una de las actividades escolares y extraescolares de sus hijos, y lleva el cabello como recién salida del salón de belleza.
Pero todo es falso, su esposo tiene una aventura con otra mujer, su hijo no es responsable con sus deberes escolares, su hija sufre de ansiedad, su jefe no la valora, no tiene amigas, y se encuentra demasiado cansada y sobre cargada de trabajo y compromisos.
Independientemente de si la película vale la pena o no ir a verla por su calidad cinematográfica quiero compartir con ustedes mis reflexiones acerca de ella.
La historia refleja el prototipo de la madre perfecta que se nos ha vendido en los últimos años: el no solo tener que ser “buena” madre, “buena” esposa, sino también el tener que ser atlética, profesional, fuerte, inteligente, multifacética, experta en nutrición.
En otras palabras, el mismo cuento de las madres de generaciones anteriores: ¨SER PERFECTA” pero con mayores responsabilidades y con el mismo desenlace para aquellas madres que no quieren seguir los parámetros establecidos: “Malas madres”.
Antes ser mala mamá era trabajar y dejar tus hijos con los abuelos o la niñera, hoy en día ser mala mamá es no darle a tu hijo yogurt priobotico, no decirle las 101 frases que los expertos dicen que hay que repetirles a diario, no llevarlos a las mil y una actividad extraescolar que existen y por supuesto si no terminas exhausta y muerta al fin del día definitivamente eres mala mamá.
Pero la realidad dista mucho de los parámetros falsos que nos venden, no hay malas o buenas mamás. Lo que si existe son mamás que aman a sus hijos y hay mamás que no aman a sus hijos y basadas en ese amor que siente buscarán la forma de cuidar y educar a sus hijos de la mejor manera posible.
No hay recetarios o guías de cómo ser una mamá perfecta, porque la historia personal de cada mujer es diferente, pero si seguimos lo que sabemos del amor, porque con seguridad todos en algún momento de la vida hemos estado enamorados sabremos que cuando se ama queremos estar con esa persona, queremos lo mejor para ella, hacemos cosas que nunca pensábamos que íbamos hacer, etc.
Pero ya llevándolo a términos de ser mamá entonces diría que una mamá que ama a sus hijos buscará la forma de pasar tiempo con sus hijos, mirará a sus hijos a los ojos, escuchará lo que le dicen, se preocupará por su salud, por su alimentación, no pondrá otra persona antes que ellos, velará por su seguridad y su bienestar.
Sabrá cuando es el momento de poner límites, pero sobretodo una mamá que ama a sus hijos se preocupará por educar hijos mental y emocionalmente sanos que sean independientes en lo posible.
Y quizás si las mamás amaran más a sus hijos y no los tuvieran simplemente para salvar un matrimonio, o para garantizar una green card, o para cumplir con la sociedad, o porque ya es hora o para ser una mujer moderna perfecta tendríamos más adultos felices que saben amar.