Promiscuidad Espiritual
Por: Juliana Henao
“La esencia de la vida espiritual está formada por nuestros sentimientos y nuestras actitudes hacia los demás.”
Dalai Lama
Estamos en un época donde lo espiritual está de moda, la variedad de métodos de crecimiento personal y desarrollo es infinita, se pueden encontrar talleres, videos, libros, películas, cartas para cada día con mensajes inspiradores, un sin número de técnicas y métodos.
El objetivo no es desvalorizar lo que cada una de ellas pueda aportar, porque si bien hay algunas que no tienen ningún apoyo científico y son una completa farsa, otras por el contrario responden a años de estudio y experimentos.
Aquí el punto es cuestionar la ignorancia (entendida como el no saber) y la inestabilidad emocional en que se encuentran las personas que las lleva a buscar respuesta y guía en lo externo, y la manipulación que hacen de ellas las mal llamadas personas espirituales que utilizan la persuasión como su principal técnica para seducir la mente de sus seguidores.
Hoy en día existen motivadores que hacen muy bien su trabajo, pero que se han añadido el titulo de espirituales para vender más. Los seres espirituales se han caracterizado a través de la historia por su entrega incondicional y sincera en cada una de las labores que realizan, muy diferente a lo que hacen estos motivadores que llevan a sus clientes a crear una dependencia.
Y como se mencionaba anteriormente no hay nada de malo en ser un orador, el inconveniente es vender y promover una espiritualidad que no es real.
El mundo espiritual no es mundo de juegos y shows, por el contrario es un mundo plácido y tranquilo que transcurre en la cotidianidad, en el día a día, en la convivencia diaria con los otros.
Si realmente se tiene un contacto con el mundo espiritual no puede haber nada diferente a lo que se conoce como la certeza, esa que invita a tener tranquilidad y paz aún en el medio del caos.
La espiritualidad no es ir saltando de técnica en técnica, como de tienda en tienda buscando el vestido ideal. La espiritualidad es un trabajo interior; de conocimiento, de ser conscientes de lo que se piensa, se dice y se actúa. Es un encuentro consigo mismo, un descubrirse en las circunstancias más complicadas.