Solidaridad y bondad
Por: Juliana Henao
A lo largo de mi trayectoria profesional he conocido muchas personas que son ejemplo de solidaridad y bondad, y son precisamente estas personas las que me invitan a continuar creyendo que sí, es posible crear un mundo mejor, y que una manera efectiva de hacerlo es mediante el entrenamiento de vidas y el papel fundamental que pueda jugar un mentor en la vida de alguien.
Una de esas personas es Marleny Hernández de Sarmiento, directora general de la Fundación Festival Art. Esta organización no gubernamental tiene como objetivo principal enseñar a los niños de bajos recursos de la ciudad de Bogotá, la danza clásica del ballet.
El ballet, en este caso se convierte en un medio para rescatar a los niños de la situación de riesgo en que se encuentran a nivel familiar y social, es a través del ballet donde los niños tienen la oportunidad de ver un mundo diferente, un mundo donde es posible la reestructuración de sus valores, donde a través de la disciplina con amor, los niños aprenden a ser líderes de su propia vida.
Marleny, siempre ha sentido el llamado a realizar actos de servicio por otros, y al trabajar con diferentes grupos poblacionales llegó a la conclusión de que la raíz de muchas de las dificultades y problemas que tienen los adultos empieza en la etapa de la niñez. Y que es necesario procurar a los niños todo el cuidado que requieren para que sean adultos sanos en todos los sentidos.
En su intención de crear un espacio donde los niños de su comunidad pudieran tener mejores condiciones de vida y llegar a ser adultos alegres, es donde observa las cualidades que su hija ha adquirido a través de practicar el ballet por muchos años, y como hoy en día es una mujer integra, sabia y feliz. Es entonces cuando ella decide fundar la organización y compartir con muchos niños las mismas oportunidades que creó para su propia hija.
En la Fundación Festival Art, los niños reciben clases de ballet en las horas después de la escuela, todos ellos viven con sus familias, pero la fundación se ha convertido para ellos en su segundo hogar, y como lo mencionaba antes, el ballet es la técnica por la cual los niños adquieren una disciplina, desarrollan un talento, aprenden a trabajar en equipo, a respetar las reglas y la autoridad, pero sobretodo inician un proceso de vida donde están en constante formación.
En el proceso de aprender ballet como en el proceso de vida, cada niño va forjando su propio camino, y con el entrenamiento diario van logrando las metas que se han propuesto. Muchos de estos niños ya llevan más de ocho años, y gracias a su esfuerzo, algunos han participado en competencias a nivel internacional, han recibido becas de escuelas de ballet de talla internacional, pero sobretodo y como lo señala su fundadora, son niños que tienen un proyecto de vida.
Sin duda alguna, estos niños son el impulso de Marleny, quien a pesar de los obstáculos financieros y sociales, continúa con su labor de crear un espacio para que los pequeños a través del arte encuentren su propia realización.
Si usted quiere unirse y ser parte de este gran proyecto, le invito a visitar la página en internet de la fundación y leer un poco más. www.festivalart.org/about-us o a comunicarse directamente con doña Marleny Hernández a su correo admin@festivalart.org