Sueños no cumplidos

Por: Juliana Henao

“Lo que puedas hacer o soñar, ponte a hacerlo. La osadía está llena de genialidad, poder y magia.”
Goethe.

Con esta tendencia del coaching y el positivismo se vende la idea de un mundo donde todo es posible, solo basta desearlo y todos los sueños se hacen posible.

Como entrenadora de vida, pero sobretodo como trabajadora social en donde por 20 años he trabajado con la comunidad y he conocido muchas personas puedo decir que no todos los sueños se hacen realidad, que alguno sueños se quedan en medio camino y otros tantos no pasan de ser una idea.

Mujeres que soñaron con tener un esposo perfecto y se encontraron viviendo en una relación abusiva; Profesionales que soñaron tener el empleo ideal, y al obtenerlo se dieron cuenta que no eran lo que esperaban.

El negociante que soñó con que su negocio fuera todo un éxito, y terminó en bancarrota; Madres que añoraban tener un hijo, y aunque lo intentaron no pudieron embarazarse, y es que cada sueño cumplido o no cumplido hace parte de nuestro aprendizaje.

Los sueños no cumplidos permiten experimentar qué tan fuerte podemos ser, que tanta creatividad tenemos para crear otros sueños, que disponibilidad tenemos para ser agradecidos con lo que tenemos muchas veces los sueños que soñamos no son nuestros sueños, son los sueños de los demás.

Así mujeres que vieron su sueño de tener un hombre perfecto y se encontraron con un hombre abusivo, quizás puedan a reconocer su valor y su fuerza y vivir una futura relación de pareja más sana e independiente, o incluso disfrutar la vida a plenitud sin pareja.

Los profesionales que encontraron el trabajo de sus sueños y descubrieron que no era lo ideal, han creado negocios con los cuales han producido más dinero que si trabajaran para grandes compañías.

Negociantes que lo han perdido todo, y luego descubren otros negocios más rentables; Madres que no han podido tener sus propios hijos, han dado la oportunidad a otros niños sin padres a tener un hogar, una familia. No solo han hecho realidad sus sueños, sino que han invitado a otros a soñar.

La vida es un juego donde siempre ganamos, incluso cuando aparentemente perdemos. La clave en este juego es experimentar cada emoción de alegría, o de frustración.

Cada sueño no cumplido deja un espacio que poco a poco se puede ir llenando de sabiduría y de un nuevo enfoque para ver y vivir la vida.