Distanciamiento social aprovechando el tiempo
Por: MARIA EMILIA SALAZAR, especial para El Nuevo Georgia.
Queridos lectores, espero se encuentren bien junto a sus seres queridos, en este momento tan especial que estamos viviendo y que estén aprovechando y usando el tiempo para trabajar temas pendientes, deseo de todo corazón salgamos todos fortalecidos de este virus.
Te quiero invitar a que aproveches estos tiempos de “distanciamiento social” para darle alimento a tu cerebro. Aquí te dejo este material esperando contribuir.
Hablemos del email marketing promovido hoy como “la nueva y poderosa herramienta para impulsar tu marketing”. En un mundo globalizado y un mercado que no cesa de crecer, sería imposible hacer negocios sin la ayuda de este aliado. Y eso no es nada nuevo. Pero dada la evolución que caracteriza al ecosistema digital, el marketing de contenidos es indispensable.
Ninguna estrategia de marketing alcanzará el impacto requerido si no cuenta con el respaldo de unas buenas y variadas dosis de contenido de calidad. Este recurso es el que permite mantener viva la conexión con tu cliente en el tiempo, después de que te compró por primera vez. Creo firmemente en el poder, en la utilidad y en la efectividad del email marketing y del marketing de contenidos. Los aprovecho cada día y los defiendo a capa y espada. Sin embargo, debo decirte que ellos no están solos, que hay otro escudero que los acompaña en su cruzada. Es otro de los precursores del marketing digital, otro de los que increíblemente solo ahora es reconocido.
¿Sabes de qué te estoy hablando? De mi buen y querido amigo el marketing de permiso.
Se trata de una filosofía de los negocios. Consiste básicamente, en la acción destinada a recibir la explícita aprobación de tu prospecto para entrar en contacto con él, lo que en la práctica se traduce en comunicarte con él a través de correos electrónicos. La clave del éxito en los negocios en el siglo XXI radica en tu capacidad para establecer una relación basada en la confianza y la credibilidad. Antes, sin embargo, requieres el consentimiento expreso, consciente y voluntario de tu prospecto. De eso se trata el marketing de permiso.
Durante siglos (y no exagero) el consumidor fue bombardeado por agresivas y, sobre todo, abusivas campañas de publicidad destinadas a generar una venta. Un estilo que se empleó durante mucho tiempo y que fue efectivo, pero que se volvió intrusivo y desagradable con la revolución digital y, especialmente, con la irrupción de redes sociales y otros canales digitales.
Antes, era el productor, el dueño del bien que se ofrecía al mercado, el que decidía cuándo y cómo hacer publicidad. Los medios impresos (prensa, revistas, volantes), la televisión y la radio eran los principales canales. El consumidor poco o nada podía hacer por evitarlos porque ese poder estaba lejos de su alcance, una situación que cambió con la aparición de internet y sus poderosos recursos.
Entonces, con el conocimiento a un clic de distancia, empoderado y encantado con los beneficios, las aventuras y las experiencias que le brinda la era digital, el consumidor cambió. Se transformó en un agente activo (ya no pasivo) y le encontró el gustito a tomar decisiones, a elegir a quién le compra.
Y en esto último radica la importancia del marketing de permiso: es el consumidor, tu prospecto, el que elige si quiere recibir tus mensajes, el que decide si le interesa establecer una relación contigo. En otras palabras, el consumidor actual no desea, no quiere y no acepta que un extraño entre a su vida, lo abrume con mensajes no solicitados, lo acose hasta el cansancio y lo importune.
Reciban un gran Abrazo Virtual.
Comentarios, sugerencias e Información:
María E. Salazar: 770-695-1325/678-431-9901