Navidades en julio para Trump el fallo de inmunidad del Supremo
Maribel Hastings
Asesora de America’s Voice
El fallo de la Corte Suprema que concede inmunidad al expresidente Donald Trump por actos cometidos en funciones oficiales en su intento de impedir la certificación del triunfo de Joe Biden en 2020, es otra poderosa razón para temerle a su retorno a la Casa Blanca en enero de 2025, si gana en noviembre, independientemente del pobre desempeño de Biden en el debate de CNN.
La mayoría conservadora del máximo tribunal trata a Trump como un monarca concediéndole protecciones sin precedentes. Haga lo que haga en su capacidad oficial, no se le puede tocar aunque sus acciones involucren perseguir a sus opositores políticos o implementar un retorcido plan de redadas y deportaciones masivas a través del país.
Sin inmunidad Trump ha hecho lo que le da la gana, imagine ahora que la tiene. Un demagogo, mentiroso, oportunista y vengativo que ve la presidencia como un vehículo para enriquecerse, para desquitarse de quienes, según él, lo han perseguido, y para impulsar una agenda extremista en diversos rubros, incluida la inmigración, sin importarle los derechos civiles y humanos.
Trump no solo tiene el Proyecto 2025 a su disposición, la hoja de ruta para concretar una serie de políticas públicas extremistas, incluyendo la inmigración, sino que ahora tiene la carta blanca de la inmunidad para hacer lo que quiera para implementar sus macabros planes, si es en carácter oficial.
Quiero dejar claro que, en efecto, Biden tuvo una desafortunada actuación en el debate y que desconozco si el mandatario permanecerá en la contienda o si emergerá otra figura.
Pero por eso no hay que minimizar la sarta de mentiras que emanaron de la boca de Trump y el peligro que todas sus posturas representan para los diversos grupos que integran la base demócrata, para todo el país y para la democracia misma.
Las juntas editoriales de algunos diarios le han pedido a Biden, de 81 años de edad, que por el bien del país y de su partido, se quite de la contienda porque está muy frágil, muy viejo y no tiene lo requerido para enfrentar al “mozuelo” Trump a sus 78 años. Hasta donde sé, esas mismas juntas editoriales no le han pedido a Trump que se salga de la contienda por el bien de su partido y del país porque está mayor y porque es un delincuente convicto a quien un jurado incluso halló culpable de abuso sexual contra una mujer.
Reconozco que si Biden permanece en la contienda tiene una difícil tarea para apelar a los votantes que ya estaban indecisos previo al debate. Pero antes de que siga hiperventilando, la multitud que casi pide la cabeza de Biden debe voltear su mirada a Trump, recordar todo lo negativo que ya hizo y lo que planifica concretar si gana el 5 de noviembre.
Quizá el fallo de inmunidad del Supremo los saque de la histeria y recuerden cuál es la alternativa. Y esta semana que se celebran 248 años de la Declaración de Independencia de EEUU porque las colonias querían liberarse del yugo de un rey inglés, resulta irónico que, como escribió la jueza Sonia Sotomayor al diferir del fallo de la mayoría, “en todo uso del poder oficial, el presidente es ahora un rey que está por encima de la ley”.
Un “rey” que planifica deportaciones masivas basándose en mentiras sobre los inmigrantes. Entre todas las mentiras que Trump pronunció en el debate, las relacionadas con la inmigración fueron de las más significativas: que Biden “abrió” la frontera, que por la franja está ingresando “el mayor número de terroristas” en toda la historia, o que “la gente está entrando y está matando a nuestros ciudadanos a un nivel que nunca habíamos visto”.
Estudio tras estudio demuestran que los indocumentados cometen menos delitos que los nacidos en Estados Unidos y como escribió una coalición de líderes latinos nacionales en una declaración conjunta tras el debate, “los hechos demuestran que desde que el último presidente dejó su cargo, los delitos violentos han disminuido sustancialmente a través del país, y que los inmigrantes están vinculados a la reducción de la delincuencia en las comunidades estadounidenses de costa a costa”.
“Como aprendimos de las Escrituras, los que viven en casas de cristal no deben arrojar piedras, así que una persona convicta por 34 delitos graves señalando la supuesta y falsa criminalidad de otros es una de las ironías de este año electoral”, concluyó la declaración conjunta.
Y ese personaje con techo de cristal que tendría inmunidad para hacer lo que quiera si resulta electo, es la alternativa a un viejo pero honrado Biden. Como decía mi mamá, ‘Viejos los cerros y reverdecen’.