Cuando la mente del gobernante está enferma
Nada nuevo dijeron los defensores de la HB 87 ante la Corte del juez Thomas Thrash esta semana, porque como bien lo dibujó el abogado Charles Kuck, una cosa estaba pensando el gobernador cuando firmó la ley y otra sus abogados cuando fueron a “defenderla”, en resumidas cuentas, esta ha sido una pieza legislativa montada sobre las bases del odio, la segregación y el complejo de superioridad y egolatría que ha caracterizado a la mayoría de los americanos.
Esa egolatría que no les permite ver más allá de sus fronteras, excepto para ir a invadir, saquear y masacrar pueblos y naciones, como históricamente lo han hecho; esa egolatría que no les permite entender que en un mundo globalizado los niños debieran crecer sabiendo dos y tres idiomas y que en la actualidad, se están quedando con los únicos presidentes monolingües, porque su arrogancia no les permite ver que lo que antes fue su fortaleza, ahora no es más que una debilidad frente a la dinámica de las nuevas tecnologías.
Eso también demuestra no solo la decadencia del otrora imperio, sino el retroceso de la potencia en materia, económica, moral, de liderazgo, político y global, reflejado en mandatarios y “lideres” como Nathan Deal, un hombre vergonzosamente catalogado entre los 15 políticos más corruptos de la nación en el 2010, y cuyos tentáculos de corrupción también han salpicado al estado de Georgia.
Desprovistos de toda compasión y con la mente atiborrada de la basura barata que pretenden vender a sus seguidores, pero que el resto de la población ya no quiere comprar, fue como entre él y su partido urdieron una campaña mediática para crear una ley como la HB 87, contradiciendo incluso los principios de su propia Constitución.
Y sobre la base de todas las mentiras que solo en mentes enfermas como la de Adolfo Hitler pudieron incubarse para menoscabar la moral y lo derechos del pueblo judío, es como se han cimentado la mayoría de legislaciones anti inmigrantes, incluyendo la de Georgia, porque ya se demostró que ante las Cortes, ni siquiera ellos pueden defender lo indefendible.
Tanto es así, que en la famosa encuesta que pidió Deal para “saber” si era verdad que hacían falta los trabajadores inmigrantes en los campos de cosecha, no se mencionó para nada la HB-87, y aun así, el 46 por ciento de los encuestados se quejó de escases de trabajadores; el 23 por ciento se quejó de los pocos que estaban aplicando este año; el 30.4 por ciento dijo que los nuevos candidatos se quejaban del esfuerzo que debían hacer en el trabajo; el 36.9 por ciento, advirtió que sus empleados extranjeros estaban preocupados y el 24 por ciento, que por parte de ellos todo estaba bien.
Con todo y que la encuesta fue ordenada por otro republicano como Gary Black comisionado de agricultura, adepto y lacayo de Deal y que no se mencionó la ley, las cifras son elocuentes.
No nos imaginamos qué dirían los Padres de esta patria si llegaran a levantarse y pudieran ver quiénes ocupan hoy sus sillones de mando, y se encontraran en la Casa Blanca con un musulmán solapado que ha traicionado la confianza de su propio pueblo y a un gobernador como Deal que en otras circunstancias estuviera respondiendo jurídicamente por los actos de corrupción de los que aun no termina de dar cuentas.