Distrito 99…Sí se pudo!
La campaña que durante casi un año llevó a cabo la abogada de origen mexicano Brenda López para obtener un escaño en la legislatura estatal de Georgia ha dado resultados y con esta victoria indiscutible habiéndose llevado el 58 por ciento de todos los votos depositados para el distrito 99 del condado de Gwinnett, puede decirse que algo ha comenzado cambiar.
Desde que se inició el trabajo de López, conocimos unas cifras desalentadoras en su máxima expresión, no solo porque desdibujaban a nuestra comunidad en el ámbito local y estatal, sino porque nos hacían parecer como a los que todo nos importa un bledo, y bajo esa concepción, es como los políticos nos han venido tratando y maltratando.
Sin duda, el distrito electoral # 99, que comprende un sector no incorporado de Gwinnett entre las ciudades de Norcross y Lilburn, al cual representa la abogada López, tiene una conformación poblacional de alrededor del 60 por ciento de origen latino.
Entre nacidos en Estados Unidos y naturalizados, –es decir ciudadanos americanos–, unos 14 mil, estarían aptos para votar. Según datos de la secretaria de estado, solo un aproximado de 1,500 estaban debidamente registrados para votar y en las pasadas elecciones primarias de 2014, tan solo 7 de ellos—identificados como latinos–, ejercieron su derecho al voto.
Este tipo de situaciones, es el que hasta ahora habían aprovechado algunos “políticos” como Hugh Floyd –actual representante de ese distrito— para vegetar en la legislatura estatal durante 14 años sin hacer literalmente nada, excepto esperar su mejor momento para jubilarse, sin que casi nadie supiera ni siquiera su nombre y si los problemas de sus representados realmente le interesaban.
Lo que ha hecho la diferencia esta vez, y que vale la pena replicar en otros distritos y vecindarios donde los latinos ya son mayoría—como en algunas zonas del condado de Hall—es el cambio de actitud frente a lo que muchos dan por descontado y cuentan como perdido.
Ese no fue el juego al que quiso entrar la campaña #VoteBrendaLopez y por el contrario, decidieron no solo empezar un poco más temprano para ir conociendo el terreno, abonarlo con información y persistencia y luego desplegar un operativo puerta a puerta, no una sino varias veces, en el afán porque ningún latino que quisiera apoyarla, se quedara sin votar.
Su contrincante Jay Trevari—una mujer curtida en las lides políticas durante mucho tiempo y casi un referente “sagrado” dentro del partido demócrata, no solo se llevó algunos votos latinos, de aquellos que todavía se siguen odiando así mismos, sino que consiguió apoyo de la candidata latina Michelle Jones, para reforzar su equipo multicultural, pero le valió de poco.
Lo que nos ha demostrado la campaña #VoteBrendaLopez con todo el trabajo llevado a cabo y al final con los resultados, es que sí se puede llevar el mensaje a los latinos, sí se puede esperar que un elector informado tome la decisión de votar; sí se puede confiar en que, ya no es un sofisma eso de que podemos hacer la diferencia y sí se puede sacar a la gente de sus casas en las elecciones tempranas y el día de las reglamentarias, si existe la suficiente motivación para hacerlo.