Encuestas mal dirigidas o deliberadamente ofensivas
El partido republicano de Georgia y sus candidatos deben estarla viendo muy difícil en estas elecciones de noviembre, a juzgar no solo por la forma como el candidato al senado David Perdue ha huido y sigue huyendo de los medios de comunicación y solo aparece en televisión para aprobar piezas publicitarias cargadas de veneno y calumnias contra la candidata demócrata Michell Nunn, llevándose incluso a vacas sagradas de su partido entre las patas, como lo hizo en el caso del ex presidente George Bush Sr, a quien, acusó de apoyar a grupos terroristas por medio de su fundación Puntos de Luz, de la cual la señora Nunn fue su directora ejecutiva.
En esta ocasión—lo cual no es de extrañar—unas encuestas encargadas por NBC-11, para el noticiero local 11-Alive, dan cuenta que los republicanos con el gobernador a la cabeza barrerían el voto latino en las próximas elecciones de noviembre, con lo cual no solo se burlan de nuestra comunidad, sino que pretenden mostrarnos como una caterva de retrasados mentales, masoquistas y cretinos por convicción.
Lo que 11-Alive ha mostrado, incluso sacando de contexto la declaración de un joven líder de la comunidad latina como Antonio Molina, no es sino la muestra de que, hay desespero en las filas republicanas del estado frente a la diferencia que puede marcar el electorado latino en las próximas elecciones, dadas las circunstancias en las que nos encontramos, con un partido y un gobernador que ha sido el azote de las familias, los jóvenes y los inmigrantes en general, independientemente de si tienen documentos o no.
La encuesta en mención que en vez de causar risa, debe producir el más contundente rechazo por ser una burla frentera a todos nosotros, fue abordada por un editorial del Huffington Post, un portal dedicado al análisis político a nivel nacional, quienes advierten una serie de fallas en la misma que se presta no solo a malas interpretaciones del sentir de nuestra gente sino a manipulación de una realidad distinta tratando de influenciar sobre la campaña, muy reñida por cierto entre ambos partidos.
Huffington Post empieza recordando que Georgia cuenta con más de 900,000 latinos y más de 270.000 de éstos son elegibles para votar en 2014, razón por la cual los analistas han comenzado a hacer cuentas sobre el destino final de esos votos y la importancia que tendrán en los resultados finales de noviembre.
La encuesta de 11-Alive advierte que los “latinos” por ellos entrevistados a través de una aplicación para teléfonos inteligentes, solo en inglés dirigida a los potenciales electores de habla hispana, arroja como resultado que el 40% de éstos votarían por la reelección del actual gobernador Nathan Deal, considerado en el 2009 entre los 15 políticos más corruptos del país, y en el 2013 entre los 6 peores gobernadores entre los 50 estados.
Los latinos—según la encuesta—solo le darían un 29% de oportunidad a Jason Carter, un joven senador demócrata que sin precedente alguno ha llevado a cabo una campaña en español y dirigida a los latinos tocando los temas que le son de interés a todos, como la educación, la economía y el empleo.
Para el caso del senado federal, los latinos premiarían al republicano David Perdue, con el 44% de los votos por encima de la demócrata Michelle Nunn con solo el 32%.
Este tipo de encuestas serviría mucho para distraer a quienes viven en las granjas al sur del estado y que no saben todavía que la ciudad de Atlanta fue reconstruida de sus cenizas después del incendio de 1864, o que la guerra de independencia no ha terminado, y requieren por ello de un partido guerrerista que los defienda de los británicos.
Pero no es así por fortuna. La mal llamada encuesta fue aplicada a solo 38 personas de origen latino y como dijimos antes en inglés por medio de una grabación de opciones múltiples, con un margen de error de (+/-) el 16%, una medida ilógica para un titular tan escandaloso como el que pretendió mostrar el noticiero diciendo que “Los votos latinos de Georgia regresaban al Partido Republicano”, en otras palabras, casi el 50% de la misma encuesta cabe en su propio margen de error.
Huffington Post, dice que aproximadamente el 35% de todos los votantes latinos registrados a nivel nacional son hispano parlantes – y más aún en estados como Georgia- por lo cual la ausencia de entrevistas en español sesga los resultados de manera significativa, ya que estructuralmente no alcanzan a la parte más demócrata del electorado.
En concepto de los editorialistas, esta no es la primera vez que los llamados “principales” encuestadores han entendido mal el voto latino y por ello basan su crítica a los resultados de 11-Alive en varios puntos.
En primer lugar, suponiendo que la encuesta de NBC-11 cumplió con todas las mejores prácticas para tener una muestra confiable sobre los latinos –cosa que no hizo— un tamaño de muestra de sólo 38 entrevistas tiene un elevadísimo margen de error +/- 16%. Por eso, tomando el margen de error en cuenta, los niveles de apoyo al gobernador Deal podrían ser tan bajos como 24% y los niveles de apoyo a Carter, serían de hasta el 45%.
En segundo lugar, las encuestas de voz automatizadas son conocidas por producir un sesgo republicano. Los estudios de reconocidos académicos han confirmado que los encuestados de tendencia conservadora son más propensos a participar en estos robopolls y así estar más representados en los datos de dichas muestras.
En tercer lugar, la encuesta se llevó a cabo sólo en inglés, y excluye a cualquier posible votante latino que hubiera estado más cómodo de tomar el cuestionario en español. Este argumento lo basan en que, la Encuesta Nacional Latina(LNS, por sus siglas en inglés), entrevistó a 400 personas en todo el estado de Georgia, utilizando llamadas en directo, preguntándoles si preferían encuestas en inglés o español, alrededor del 80% de la población adulta latina en Georgia es nacido en el extranjero. De acuerdo con los datos de LNS, los encuestados latinos en Georgia prefirieron ser entrevistados en español a cifras aún más altas que el promedio nacional.
En cuarto lugar, los resultados observados en esta encuesta simplemente no pasan la prueba del sentido común. El Republicano Nathan Deal tiene una larga historia de apoyo a las posiciones anti-inmigrantes y la población adulta latina en Georgia es abrumadoramente inmigrante, dice el Huffington Post, y se pregunta. “¿Alguien realmente cree que la pluralidad de los votantes latinos de Georgia apoyaría un candidato anti-inmigrante? Por supuesto que no”, se responde.
Argumenta entonces que, en 2009, cuando Deal era congresista, apoyó un proyecto de ley para derogar la ciudadanía por nacimiento de los niños estadounidenses de nacimiento cuyos padres fueran indocumentados.
Así mismo en la Cámara votó favorablemente un proyecto de ley que requeriría que los hospitales verificaran el estatus migratorio a quienes buscaran asistencia sanitaria y se les negara tal servicio, si eran presuntos inmigrantes no autorizados.
“Él siempre votó a favor de construir más muro y militarizar aún más la frontera México-Estados Unidos. Deal recibió por eso una calificación perfecta de 100% de FAIR, un grupo anti-inmigrante”.
Volviendo de nuevo a la Encuesta Nacional Latina, el 76% de los latinos en Georgia votó a favor de que se ofrecieran matrículas subsidiadas a estudiantes indocumentados que se graduaran de escuelas secundarias del estado, por el contrario, el gobernador Deal, se opuesto a prorrogar la matrícula estatal a estudiantes indocumentados y logró que las universidades públicas cerraran sus puertas a los jóvenes indocumentados.
Huffington Post, olvida hacer referencia a la firma de la ley HB-87, una pieza anti-inmigrante concebida por los republicanos del estado y apoyada y firmada por el gobernador Nathan Deal, por medio de la cual se buscaba criminalizar a los inmigrantes indocumentados, negarles acceso a los servicios públicos básicos, la renta de vivienda y su derecho a la libre movilización convirtiendo en criminales a quienes les ofrecieran transporte.
Nosotros también creemos por todo lo anterior que la mentada encuesta no solo no nos representa, sino que es ofensiva contra la mayoría, sabiendo que la mayoría de latinos en el estado no es ni millonaria, ni gran distribuidora de alimentos, ni posee prestigiosos bufetes de abogados, ni ostenta los cargos ejecutivos de Coca-Cola o AT&T.