Esta es una lucha para involucrarnos todos!

 Esta es una lucha para involucrarnos todos!

“La primera noche ellos se acercan y cogen una flor de nuestro jardín,
y no decimos nada.
La segunda noche ya no se esconden, pisan las flores, matan nuestro perro
y no decimos nada.
Hasta que un día el más frágil de ellos entra solo en nuestra casa,
nos roba la luna, y conociendo nuestro miedo
nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada
ya no podemos decir nada”
Vladimir Maiakovski.

Poeta ruso
1893-1930

La lucha a la que se refiere este titular no es solo a la de Mario Guevara, periodista de Mundo Hispánico quien vino a este país como todos, buscando una mejor calidad de vida para él y su familia y que luego de nueve años un juez de inmigración ha decidido que debe regresar, porque ya la situación de inseguridad en su país ha cambiado y su petición de protección, por medio de la figura del asilo político, no tiene ninguna validez.

Desde el punto de vista de la lógica, eso tiene sentido, desde el punto de vista humanitario, queda mucha incertidumbre. Pero así es la ley, sobre todo en este país de leyes como se jactan de decirlo los políticos. Adviertan que todos dicen que es un país de leyes. No de justicia, que es algo completamente distinto.

La solidaridad en estos momentos hacia la familia Guevara no debe tener fronteras, pero de esa misma manera debiéramos hacerlo todos, con todos los que han estado en esta situación en algún momento de sus vidas, porque en este país donde estamos, siempre habrá un “ilegal” a nuestro lado a quien debemos defender y no porque tengamos otro compromiso distinto al sentimiento de la compasión y el amor al prójimo.

Desde este medio de comunicación nos hemos comprometido con esa lucha por los derechos humanos de los inmigrantes y porque las voces no se queden calladas cuando les cojan la primera flor de su jardín, pero al parecer muchos deciden esperar que les arranquen la voz de la garganta, argumentando tantas normas y reglas que las academias enseñan, que muchas veces pecan por exagerar su ética trasgrediendo el dolor de la colectividad por un tecnicismo absurdo.

Independientemente del despliegue que demos a nuestra labor periodística, la empatía a la que debemos llegar con nuestra gente debe ser tal, que no nos debe importar dejar de lado lo que dicen los cánones de la diplomacia para comenzar a llamar a cada cosa por su nombre.

Recientemente el representante Pedro Marín, escribió a través de nuestro Facebook: “Que pena con El Nuevo Georgia nuevamente”, simplemente por expresar a través de una caricatura la inconformidad por las mentiras del presidente Obama frente al tema migratorio. Ese mismo tema que hoy, tiene a la familia Guevara a un paso de retornar a su país de origen.

Si bien hemos sido testigos de la labor de Marín en la legislatura estatal, nunca como ahora lo habíamos escuchado decir que llevaría el tema de una familia hasta la Casa Blanca, y eso está perfecto, pero ahora de lo que se trata no es de simple retórica sino de compromisos diarios de todos para con todos, no solo de los políticos, de los líderes, de los comerciantes, de los estudiantes, sino de todos y todos somos todos, porque aquí nadie tiene su pedazo de tierra reservado.

Pero para asumir verdaderamente el reto de la lucha, debemos comenzarnos a despojar de la arrogancia que a veces nos pone del lado contrario de la realidad en la que vivimos y nos hace creer verdades a medias o realidades falseadas por nuestro propio orgullo. Aquí es cuando nunca nos hace mal un examen introspectivo y un redireccionamiento de ruta que nunca es tarde emprender.

Por eso insistimos en que, esta es una lucha de todos, todos los días y no solo cuando lleguemos a sentir un golpe en casa.

Rafael Navarro

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