¿Estamos listos emocionalmente para regresar al trabajo?
Escuché que hay planes en marcha para “volver a abrir” la economía, en Georgia ya comenzó, y me pregunto: ¿Está nuestra fuerza laboral lista para regresar? ¿Estamos listos para comenzar a hablar del trauma que COVID-19 ha causado?
¡Yo digo que no lo estamos! La recuperación requiere algo más que la reanudación de una rutina normal. Se necesita tiempo y recursos.
Lo que el COVID-19 nos ha hecho como sociedad es traumático y el impacto del trauma que no es tratado puede ser sutil, insidioso o totalmente destructivo.
Muchas personas no están preparadas emocionalmente para regresar al trabajo después de estar refugiadas en sus hogares por largos períodos de tiempo. Han estado separados de su familia, sus amigos y sus comunidades religiosas, estuvieron metidos con los hijos en la casa las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y a muchos les tocó convertirse en maestros.
La Asociación Americana de la Psiquiatría (APA por sus siglas en inglés, www.psychiatry.org) informó en una encuesta reciente que casi la mitad de los estadounidenses (48%) están ansiosos por la posibilidad de contraer coronavirus, COVID-19, que el 40% está ansioso por enfermarse gravemente o morir debido al virus, y que el 62% está ansioso por la posibilidad de que la familia o sus seres queridos se infecten.
A eso se suman las pérdidas de trabajo y de dinero, la escasez de suministros, el aumento del consumo de alcohol, el aumento de peso y nuestra falta de concentración, lo que ha provocado que muchos no sepan qué día de la semana es.
Tenemos que abordar los desafíos actuales que también afectarán la capacidad de regresar al trabajo, como el hecho de que las escuelas están cerradas por el resto del año escolar y la imposibilidad de encontrar cuidado infantil; el estado desconocido de las actividades de verano para niños; y cómo o cuándo vamos a poder llorar por los seres queridos que han fallecido durante el COVID-19 o cuándo o cómo vamos a celebrar las alegres ocasiones que tuvimos que cancelar.
¿Entonces que debemos hacer?
Hay varias estrategias que se pueden implementar para ayudar a una persona a resolver reacciones traumáticas, individualmente y en su lugar de trabajo.
Los negocios deben proporcionar un entorno de trabajo seguro, incluyendo la desinfección de suministros y el espacio necesario para mantener las distancias requeridas; y proporcionar líneas directas de apoyo o consejeros para los empleados en caso de que sean necesarios para ayudarlos a adaptarse emocionalmente al regreso al trabajo.
Como individuos, debemos reconocer que hemos pasado por una experiencia angustiosa o aterradora y que vamos a tener una reacción a ella; debemos aceptar que puede que no nos sintamos normales por un período de tiempo, sino que también eventualmente pasará; necesitamos recordarnos diariamente que estamos haciendo lo mejor que podemos hacer en este momento; trate de no sentirse frustrado si no puede hacer las cosas tan bien o tan eficientemente como lo hacía antes; evite la tentación de abusar del alcohol o las drogas para tratar de sentirse mejor, o de olvidar; no reprima sus sentimientos; y use técnicas de relajación como el yoga, la respiración o la meditación, o haga cosas que disfrute, como escuchar música o practicar la jardinería.
Los héroes de la fuerza laboral de la salud mental y las adicciones han estado trabajando duro y muchos de ellos ahora están sufriendo fatiga de compasión. ¿Estamos listos para atenderlos a ellos? ¿Hay otro equipo listo para tomar su lugar mientras se recuperan? Otros profesionales de la salud mental se han adaptado para ofrecer sesiones en línea o por teléfono para atender una demanda abrumadora de servicios. Y todavía hay miles de personas que necesitan servicios de salud mental que no están preparados para recibirlos o no pueden acceder a los servicios por diferentes barreras.
Pronto los millones de personas que han perdido su trabajo también necesitarán un poco de apoyo emocional.
Se han realizado solicitudes al Congreso para asegurarse de que los fondos para la salud mental estén incluidos en los paquetes de ayuda. Los estados deben usar esos fondos para tener servicios a disposición de cualquier persona de la manera más rápida para asegurarse de que estas personas estén emocionalmente preparadas para regresar al trabajo.
Finalmente, no podemos olvidarnos de los héroes. El sector de nuestra fuerza laboral que no ha dejado de trabajar, los médicos, enfermeras, trabajadores de la salud, camioneros, empleados de supermercados, farmacéuticos, trabajadores de salud mental, trabajadores agrícolas, trabajadores de la construcción, maestros y muchos otros. ¿Nos tomaremos el tiempo para agradecerles lo que han hecho una vez que termine la crisis? ¿Cómo comenzarán a recuperarse ellos?
Será un error y una lección costosa “reabrir” con una fuerza laboral herida que no esté lista para regresar. Tenemos que estar listos completamente, de mente, de cuerpo y de espíritu, para que podamos ser lo mejor posible.
###Pierluigi Mancini PhD es el presidente del Instituto de Desarrollo Multicultural, Inc. (Multicultural Development Institute, Inc.) El Dr. Mancini es uno de los consultores y oradores más buscados a nivel nacional e internacional sobre el tema de la salud mental y las adicciones, sus áreas de especialización son las desigualdades de salud y la salud mental de los inmigrantes. Su libro ¡Mental! En la Era de Trump – Diez historias inspiradoras sobre inmigrantes que superan la adicción, la depresión y la ansiedad en Estados Unidos está disponible en Amazon.com en inglés y en español. www.eldoctormancini.com