Frontera más segura…peligro de muerte inminente
Manuel Padilla es el mero mero de la Patrulla Fronterza en Arizona, tiene a su cargo 4 mil 200 hombres y una tecnología que 10 años atrás quizá no podía imaginar. Ante la pregunta de El Nuevo Georgia, Padilla no duda en responder. “Si, esta frontera ahora, está más segura que nunca”.
Si lo dice Padilla, hay que creerle, el mismo funcionario recuerda que en el año 2002 solo mil doscientos hombres patrullaban aquella vasta zona por donde el contrabando de indocumentados era el dolor de cabeza de su agencia, hoy, aunque el hombre no lo admita, su objetivo es el tráfico de drogas ilícitas.
En un recorrido de dos días por el paso más conflictivo de la frontera con México, un grupo de periodistas de Estados Unidos, México y El Salvador, tuvimos la oportunidad de ver desde el terreno, no solo lo agreste del desierto a 110 grados F, sino lo complicado que cada día se hace el cruce de los inmigrantes hacia su preciado norte.
El paso de Sasabe, es sin duda un punto de referencia para quienes han cruzado en el pasado caminando y exponiendo su vida a cada momento. Pues bien, si antes ero difícil, hoy esa tarea es casi imposible.
En Sasabe las cámaras infrarrojas, los patrullajes, los sensores de movimiento y dispositivos térmicos, reforzados por las unidades motorizadas, aerotransportadas y hasta en bicicletas, no les pierden pisada a los contrabandistas de personas.
“Muy poco se nos escapa por aquí”, dijo el jefe Padilla quien durante casi una hora hizo uno de los recorridos con más de una docena de periodistas y técnicos, en realidad, las condiciones vistas son deplorables.
Más allá en Nogales, al borde mismo de México el panorama no es distinto, un muro metálico de 600 millas en acero, a una altura inalcanzable a manos limpias, con puntas incrustadas en el suelo para impedir la construcción de túneles, es hora una de las muestras más fehacientes de que, este gobierno, si le ha metido dinero a la frontera según han pedido los republicanos.
Crystal Amarillas, vocera oficial de la Patrulla Fronteriza confirma lo que El Nuevo Georgia no se negó en volver a preguntar: ¿Es ahora la frontera más segura que antes?, a lo que la funcionaria sin fruncir su seño reafirmo.
“Podemos afirmar que la frontera ahora es mucho más segura que antes con todo el personal con el que se cuenta y la tecnología de que disponemos”
Pero más allá de esas afirmaciones, sobre el terreno las evidencias saltan a la vista. Los encargados de la seguridad en la frontera ahora luchan contra un nuevo enemigo que ya no es el inmigrante común y corriente en busca del anhelado Sueño Americano.
Mientras el equipo de prensa se dirigía desde el cruce de Nogales hasta la carretera con Tucson donde opera el primer “Check point” o garita de control, una llamada a las unidades en la carretera alertó sobre la presencia de un vehículo sospechoso en la vía que al parecer tenía dificultades técnicas.
Sin embargo resultó ser que el neumático delantero izquierdo se explotó por efectos del fuerte calor y el camuflaje de la cocaína que quedó al descubierto y esparcido en la vía, como lo pudo captar el lente fotográfico de este medio de comunicación.
Esa es ahora la nueva realidad de la frontera, pero al mismo tiempo las herramientas que ofrece la tecnología no tienen límites, sistemas de scanner invisibles que pueden leer al paso por una garita todo lo que contiene un automóvil por dentro; con los tradicionales perros y otras sistemas de rastreo y vigilancia complican el cruce fronterizo cada vez más.
Por eso Andy Adame, jefe de comunicaciones para la Patrulla Fronteriza en Arizona hizo un llamado a quienes tienen familiares en ciudades como Atlanta y piensan ayudarlos a cruzar hacia Estados Unidos, para que lo reconsideren porque en lo que va corrido del año, el número de muertes ya supera los 84.
Atlanta es la tercera ciudad receptora de inmigrantes desde México y Centro América, viniendo especialmente de estados como Guerrero, México o Michoacán, de ahí que el interés de la Patrulla Fronteriza sobre esta ciudad sea especial, como lo es sobre las otras ciudades como Los Ángeles, Phoenix o New York.
Nosotros desde El Nuevo Georgia hemos conocido de cerca la nueva realidad de la frontera con Arizona, sabemos de igual manera que nuestra comunidad en Atlanta está conformada en su mayoría por nativos de Guerrero, y sabemos que no podemos cambiar la realidad.
Lo que sí sabemos es que, nuestro compromiso de informarle a cerca de los peligros a los que ahora se exponen los inmigrantes son mucho mayores que hace 3, 4 o 5 años y que, si usted está pensando en ayudar a traer a un ser querido, lo piense dos veces y analice si es que, en estos momentos, eso verdaderamente vale la pena.