La respuesta sigue estando en las urnas

Este 24 de julio hay elecciones nuevamente en Georgia, dado que algunos candidatos dentro de los partidos, quienes se disputarán alguna posición en las elecciones generales de noviembre no alcanzaron más del 50% de los sufragios requeridos y tendrán que ir a un desempate o a una segunda vuelta como se conoce a este proceso.

Una de estas elecciones es crucial para las comunidades inmigrantes, se trata de la disputa por el distrito 7 que cubre los condados de Gwinnett y Forsyth, donde en conjunto las minorías representan el 54% del electorado, y donde pudiera estar en riesgo la estadía del titular el republicano Rob Woodall.

Woodall, conoce de cerca el drama de las familias inmigrantes, ha recibido en su oficina en más de una ocasión delegaciones de nuestras comunidades que han ido a solicitarles su apoyo para frenar tantas injusticias en el tema migratorio e incluso reconoce a algunos de nuestros dreamers a quienes también ha expulsado de su oficina en Gwinnett.

El argumento de Woodall es que los latinos no votan y no son sus electores, y como no son sus electores, él tampoco es su representante y en esa lógica, legisla solo para quienes lo favorecen en detrimento del resto de la comunidad.

La posición de Woodall pareciera malvada, y lo es, pero es lo que todos los políticos hacen cuando llegan a ocupar cargos de elección, su interés se centra en los intereses de quienes los eligieron y quienes los reelegirán y nunca en quienes no participan.

Disputándose la oportunidad de poder competir contra Woodall están los candidatos demócratas David Kim y Carolyn Bourdeaux, dos personalidades y dos propuestas casi que diametralmente opuestas la una de la otra.

Kim, como hijo de inmigrante ha demostrado sensibilidad por el tema de las familias separadas al igual que por el futuro incierto de los jóvenes soñadores.

“Como primera generación de coreanos llegados a los Estados Unidos en los años 70, he vivido de cerca la dinámica de las familias inmigrantes, y aunque entiendo que como parte integrada de esta sociedad todos los temas nos interesan, tengo claro que especialmente en los actuales momentos, la unión de nuestro núcleo familiar, la cobertura médica y la educación –solo por referenciar tres temas—hacen parte de un paquete de propuestas que llevaré al congreso en Washington”, ha manifestado Kim en múltiples ocasiones.

“La población inmigrante del condado de Gwinnett es una de las más grandes del estado, y los latinos ocupan el primer lugar dentro de esta categoría. Sus problemas, los temas que le inquietan y el trabajo que los inmigrantes esperan que sus funcionarios elegidos lleven a cabo, se convierten en muchos casos en otra frustración debido a que, no todos sus representantes conocen su idiosincrasia y se identifican con sus necesidades”

Y eso es comprensible, sabiendo incluso que la esposa de Kim ha tenido que navegar en las turbulentas aguas del proceso para llegar a convertirse en ciudadana tras largos años de espera.

No así la señora Bourdeaux, que aunque le aventaja en su experiencia política, tampoco es que le favorezca mucho el pasado, en el que, incluso ha sido aliada de los republicanos no solo dándoles su voto, sino apoyando iniciativas para el recorte de asistencia social y programas médicos.

Por todo ello, no cabe duda que la respuesta a muchas de nuestras inquietudes y problemas actuales siga estando en las urnas a través de nuestro voto, de otra manera no solo no seremos escuchados, sino que seguiremos siendo atropellados como lo hace este gobierno, muchos de sus funcionarios y peor aún, sus seguidores que ahora se creen con el derecho de agredir y de la peor manera a quienes consideren que merece todo su odio y su desprecio.