La sangre joven de la lucha
Hablan el mismo idioma, se mueven con facilidad entre la adversidad que parece fortalecerlos y se atreven a decir las cosas que los adultos ya han olvidado; tienen un tono más claro y levantan la voz con más fuerza como si no tuvieran limites, son los jóvenes inmigrantes que han asumido su propia lucha y que ojalá nadie los detenga en ese primer impulso que han tomado.
En la pasada protesta del 24 de marzo se les vio como nunca antes, se les escuchó como nunca antes y estremecieron a la multitud con su energía sin límites; con sus voces frescas y sus rostros primaverales que comienzan a florecer en las batallas diarias por donde los conducir la vida de inmigrantes.
Sin duda, la participación de los jóvenes estudiantes de todos los niveles y orígenes, es un punto a favor de esta lucha desigual en la que un puñado de “conservadores” resentimos se empecinan en seguir sin ningún argumento válido, excepto que aun no asimilan que este país nació diverso y seguirá diverso cada día más.
No es de extrañar por eso que los momentos más eufóricos de la protesta del 24 hayan sido justamente cuando los micrófonos estuvieron en manos de los jóvenes y que de igual manera la gente respondió a esa vitalidad y a esa sinergia que solo los más nuevos saben proyectar sobre las multitudes.
Para los días 1, 2 y 3 de abril, más de 150 estudiantes estarán en Atlanta reunidos en torno al tema migratorio y las estrategias que seguirán en función de exigir les sean restituidos los derechos que les han sido quitados, por ese reducido grupo de viejos rancios y manipuladores, especialmente del partido republicano que se ha opuesto a cualquier forma de arreglo a la ley federal de inmigración.
Apoyar a esos jóvenes para seguir oyendo cada día más clara, más potente y más decididas sus voces, es una responsabilidad de todos, a fin de cuentas, esta nación no vivirá para siempre este presente oscuro y opresor y sabemos que nuestros estudiantes como lo vienen demostrando, asumirán el control sobre ese futuro prometedor y refrescante por el que están luchando.