LO ÚLTIMO: ICE dice que deportará a los Soñadores. ¿La Corte Suprema se lo permitirá?
¿Has tenido una pesadilla en la que ves que un accidente está por suceder en cámara lenta, pero no importa cuánto grites, no lo puedes impedir? Así me siento al ver las ramas del gobierno rehusarse a hacerse cargo de proteger las vidas de los 700,000 Soñadores que están resguardados de la deportación gracias al programa Acción Diferida (DACA, por sus siglas en inglés). El presidente Donald Trump nos está conduciendo por el camino del desastre, obligando a Corte Suprema a llevar el volante. ¿Los magistrados darán un frenazo antes de que se produzca una colisión?
DACA ha tenido un éxito increíble en los pasados ocho años, permitiendo que los Soñadores beneficiados— jóvenes indocumentados que fueron traídos al país como niños— puedan vivir, trabajar y contribuirle al país que consideran su hogar. La Corte Suprema escuchó los argumentos orales el pasado noviembre sobre el deseo de la administración de Trump para acabar con el programa de DACA. Debido a las cesaciones en múltiples cortes menores, se mantiene vigente por ahora las renovaciones de DACA. Un fallo de la Corte Suprema al respecto podría emitirse el próximo mes.
Si se acabara con DACA, cientos de miles de jóvenes serían forzados a dejar sus empleos y puestos en riesgo inminente de ser deportados a países que la mayoría ni siquiera recuerda. Desafortunadamente, la Corte Suprema parece no entender cuán devastadora su decisión podría ser.
Durante los argumentos orales, John Roberts, el presidente del Tribunal Supremo, aseveró que las administraciones de Obama y Trump aseguraron que no deportarían a los Soñadores. “Todo se trataba de la autorización para trabajar y estos otros beneficios”, dijo. “Ambas administraciones dijeron que no deportarían a estas personas”.
No debería haber ilusiones falsas con respecto a las intenciones de la administración en cuanto a cómo aplican las leyes al tratarse de beneficiarios de DACA. No me lo crea a mí; oiga lo que están diciendo.
La semana pasada, Matthew Albence, director interino de ICE, dijo que la agencia se está preparando para deportaciones. “Aquellos individuos tendrán DACA, pero no nos prohíbe llevar a cabo el proceso de remoción”, aseveró. “Si existe una orden de deportación y DACA es eliminado por la Corte Suprema, podemos hacer cumplir estas órdenes de deportación”.
Las acciones alarmantes de ICE mandan el mismo mensaje de forma clara. La agencia admitió que está reabriendo casos de deportación de beneficiarios de DACA. Esto le permitiría a ICE detener y deportar individuos lo antes posible si la Corte Suprema les da luz verde para actuar. Ya estamos viendo un incremento en reportes de que están deteniendo a Soñadores, incluso en Connecticut, Arkansas y California. Esto no es hipotético; es la realidad.
Trump ha dicho en varias ocasiones que anticipa que la Corte falle en su favor y que usará este dictamen para forzar un acuerdo migratorio en el Congreso. Su intención es usar la deportación de Soñadores pare presionar al Congreso para que apruebe cada política migratoria atroz que desea. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y los demócratas de la Cámara nunca pactarán con ese diablo.
Si la Corte dejará que el presidente se saliera con la suya, más de 6 mil beneficiarios de DACA perderían sus protecciones cada semana por los próximos dos años. Esto significa que cada semana habrá mamás beneficiarias de DACA separadas de sus hijos ciudadanos y maestros beneficiarios de DACA arrancados de sus salones de clase. Y nadie sabe cómo ICE usará la información privada obtenida de los Soñadores durante el proceso de aplicación, que incluye sus direcciones e información de sus familias.
El impacto real de la decisión de la Corte Suprema no puede ser más grave y los comentarios de Albence la semana pasada deben aclarar cualquier confusión acerca de las intenciones de la administración Trump. Es la hora de la verdad: esta administración acabó con DACA, descarriló múltiples acuerdos bipartidistas para resolver el tema en el Congreso y actualmente está deteniendo Soñadores. Ellos no cambiarán de opinión.
Tristemente, también es difícil confiar en el Congreso para que tome cartas en el asunto durante un año electoral sobre un tema que no ha podido resolver efectivamente en los pasados 19 años.
A fin de cuentas, la Corte Suprema está frente al volante de un carro en el que se encuentran 700 mil jóvenes, sus hijos, sus colegas y sus comunidades. Si los magistrados tomaran un momento para reflexionar sobre las consecuencias humanas de su decisión, podrían frenar antes de que sea demasiado tarde.
(Publicado en inglés por: Newsweek)
Por: Alida García, vicepresidenta de abogacía para FWD.us,