Fijan Corte para mayo a 9 estudiantes acusados de traspaso criminal en Universidad de Georgia en Athens
La tarde del martes 3 de marzo, la corte de magistrados del condado de Clarke en Athens, fijó para el próximo 27 de mayo la comparecencia ante un juez, que decidirá la suerte de los 9 estudiantes que el pasado 9 de enero, decidieron quedarse sentados en un salón de clases de la Universidad de Georgia en Athens—UGA-, en un acto de desobediencia civil, en conmemoración al 54 aniversario desde el fin de la segregación racial en UGA, que impedía el acceso de jóvenes negros a matricularse en dicho centro académico.
Los estudiantes, 15 en total, colgaron a sus espaldas alas de mariposas, en señal de libertad y se negaron a abandonar el recinto cuando se dio la orden de desalojo, mientras ellos hablaban acerca de la similitud del movimiento de hace más de medio siglo, y la situación de los estudiantes inmigrantes a los cuales se les niega el acceso a las universidades públicas, a pesar de que muchos de ellos tienen un permiso temporal otorgado por el gobierno federal.
Nueve de los jóvenes provenientes de Kennesaw State University y Freedom University, entre latinos y anglosajones fueron arrestados esa noche, y dejados en libertad la misma madrugada, y hoy
debieron presentarse a la corte a declararse culpables o no culpables, del delito de traspaso criminal de una propiedad del estado.
Los nueve estudiantes, Sergio Delgadillo, Melisa Rivas Traiana, Aldo Mendoza, Arizbeth Sánchez, Kevin Amaya, Brian Scott Williams, Claire Bolton, Kevin ruiz y Richard Milliga, se declararon no
culpables.
La primera comparecencia ante los tribunales de manera oficial, una vez surtido el trámite de esta semana en donde se declararon no culpables, será el próximo 27 de mayo y para el día 15 de junio,
se iniciará el juicio contra ellos, si el estado decide seguir escalando en mantenerles los cargos.
“Nosotros vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, junto con nuestros abogados hemos decidido ir a juicio si así lo quiere el estado”, dijo Kevin Amaya uno de los jóvenes, sobre el cual pesa el cargo de traspaso criminal de una propiedad estatal.
Amaya de origen salvadoreño, nacido en Estados Unidos, y estudiante de Kennesaw State University, dijo que ellos tenían permiso para permanecer en el aula, debido a que quien estaba a cargo esa noche les dijo que podían quedarse hasta la hora que quisieran.
“Cuando llegó la policía, nosotros simplemente seguimos en nuestra actividad, haciendo nuestras lecturas y permaneciendo sentados en nuestras sillas como lo hicimos desde el comienzo”, recordó.
También dijo que la universidad no ha elevado ninguna querella contra ellos y que en última instancia el juez que atiende el caso es quien decidirá lo que pase en el futuro.
“No hicimos nada malo, no tememos por nada, todos somos estudiantes con nuestros records limpios”, dijo el joven.