Condenados profesores por alterar notas de alumnos
Esta semana nueve ex profesores y funcionarios de Atlanta fueron condenados a hasta 20 años de prisión por falsificar los resultados de los exámenes de sus alumnos para recaudar bonos e incentivos, en uno de los mayores escándalos de educación de EE.UU, según ha citado la prensa nacional.
Este martes 14 de marzo, el juez del caso, Jerry Baxter, describió el esquema como “la cosa más repugnante” que había pasado en esta ciudad.
“Hubo miles de niños perjudicados por esto”, lamentó Baxter y, aludiendo al origen humilde de muchos de los alumnos, señaló que la educación era la única oportunidad que tenían.
Tres de los condenados fueron sentenciados a 20 años de prisión, una pena mucho más dura de lo que pedía el estado y que muchos han criticado como exagerada.
Otros cuatro fueron condenados a 5 años de cárcel, mientras que dos deberán cumplir arresto domiciliario y fines de semana en la cárcel y a otros se les pidió que devolvieran las pagas extra que habían recibido por los resultados falsificados.
El desenlace
A principios de este mes, un jurado los había declarado culpables de borrar las respuestas incorrectas o ayudar a los alumnos para que acertasen en los exámenes de 2009. Los investigadores reunieron pruebas de que esas prácticas se habían encubierto en 44 colegios y que había casi 180 funcionarios implicados.
Así fue como una investigación impulsada por el estado de Georgia conmocionó a la ciudad cuando se descubrió que las autoridades de los colegios públicos de Atlanta habían animado a los profesores a cambiar las respuestas de los estudiantes para demostrar el progreso educativo, ante las bajas calificaciones que se venían registrando históricamente.
El escándalo fue revelado gracias a una denuncia del diario The Atlanta Journal Constitution, quien demostró que algunos de los resultados eran muy poco probables estadísticamente.
El incentivo de los profesores y funcionarios eran aparentemente las pagas extra que les dan a profesores y colegios en función a los buenos resultados de sus alumnos.
En 2013, un total de 35 profesores y funcionarios fueron imputados. Muchos de ellos se declararon culpables, mientras que otros fueron a declarar como testigos.
“El fraude se produjo durante tanto tiempo que lo considerábamos parte de nuestro trabajo”, le dijo en 2013 al diario The New York Times Jackie Parks, una ex profesora que actuó como testigo de la fiscalía.
La superintendente de las escuelas primarias afectadas, Beverly Hall, falleció el año pasado por cáncer de seno y nunca declaró ante el juez por su enfermedad.
Hall siempre insistió en su inocencia, pero muchos la acusaron de presionar a los profesores para que mostraran la mejora de resultados y así obtener más financiación federal.
En 2009, Hall fue nombrada la “superintendente del año” por la Asociación Estadounidense de la Administración de Escuelas por la mejora sustancial de los resultados y las notas de graduación de los alumnos en los exámenes.