El hombre que cambió el curso de la historia y la civilización humana
Cerca de la conmemoración de su muerte y a más de 2000 años de existencia, Jesucristo continúa siendo para muchos un líder espiritual, un profeta, un filósofo o simplemente, el hijo de Dios, temas que han servido de inspiración para autores de múltiples libros, historias, novelas, programas televisivos, películas de pantalla grande, en fin.
En medio de un mundo atribulado por guerras, crisis políticas, crisis económicas, revueltas sociales, desastres de todo tipo, incluyendo naturales, cambios culturales y transformaciones sociales, aún destaca la vida de un hombre que trascendió a su propio tiempo, a la lógica de su era y que hoy día continúa generando cuestionamientos en pro y en contra, así como controversias respecto a su vida, principalmente entre historiadores, filósofos y teólogos.
Entre sus creyentes se proclaman abiertamente cerca de más de 2 billones de personas de distintas denominaciones religiosas, representando una tercera parte de la población mundial y que se encuentran localizados principalmente en el mundo occidental.
Jesús de Nazaret continúa siendo uno de los hombres con mayores seguidores, quienes en su mayoría se agrupan en distintas y variadas organizaciones de distinta denominación. Destacan por número de membrecía los católicos, luteranos, anglicanos, bautistas, evangelizadores y un sinnúmero de grupos independientes que en su conjunto intentan practicar sus enseñanzas.
El mundo musulmán lo reconoce también como un importante profeta bajo el nombre de Isa y su libro sagrado El Corán proclama su divinidad, aunque no reconoce su lugar como el hijo de Dios.
Creyente o no, este hombre de origen judío, nacido hace más de 2000 años atrás, impactó históricamente la percepción de nuestro mundo. H.G. Wells confesó en su momento que: “Siendo un historiador… no creyente… este predicador…de Nazaret…es sin duda la figura más dominante de toda la historia”.
Creador del cristianismo, no sólo planteó una perspectiva diferente en cuanto a códigos de moral y leyes de justicia, sino que también influenció la formación del mundo occidental en muchos aspectos, generando un modelo que proclama respeto y trato de igualdad, ideal que se han venido persiguiendo desde entonces.
No es coincidencia que algunos de los renombrados padres fundadores de esta nación americana hayan sido ávidos lectores de la Biblia y profundos creyentes y seguidores de Cristo, entre estos Benjamín Franklin, George Washington y Abraham Lincoln por mencionar unos.
Su nacimiento provocó el establecimiento de un nuevo conteo en la historia de la humanidad, adoptándose los términos Anno Domini o Era común.
Se piensa que en el año 248 de la Era Dicleciana, Dionysius Exiguus intentó establecer el año en que nació Jesús, arribando a la conclusión de que ocurrió 753 años después del establecimiento del Imperio Romano y que a partir de entonces contó como 1 ACN Ante Christum Natum, estableciendo el sistema actual Anno Domini el cual se traduce como el año del Señor.
Debido a la ocurrencia de un eclipse lunar que Josephus reportó poco antes de la muerte de Herodes El Grande, algunos cálculos astronómicos sugieren su nacimiento antes del año 4 EC. Shaye Cohen, John Dominic Crossan, Paula Fredriksen, John P. Meier, E.P. Sanders, and Geza Vermes coinciden en el hecho de que Jesús vivió entre el 8 y 4 AEC y murió entre el 29 y 36 DEC. Mucha de la información se sostiene en fuentes Helenísticas, Judaicas y Romanas.
Tras su muerte y la predicación de su mensaje, se registraron durante los siguientes siglos diversos cambios políticos, sociales, culturales y artísticos influenciados por existencia. Su pasión y crucifixión se convirtió en tema de diversas obras maestras de arte tanto en pintura como la escultura.
Se valuaron reliquias que se han convertido en símbolos sacros como el famoso sudario Turín, el sudario de Oviedo y el Santo Grial que han dado nacimiento a varias obras literarias sobre su vida, sus milagros y que han despertado la imaginación de autores como Dan Brown, creando betsellers como El Código Da Vinci. Muchos de sus sabios dichos son parte de la cultura occidental como “la verdad os hará libres” Lucas 8:32 de la Biblia.
Y sus profundas enseñanzas han inspirado transformaciones políticas e ideológicas que han impactado los tiempos históricos. Sin duda Jesucristo ha sido el hombre más interpretado e investigado, el más cuestionado y el más nombrado por muchos.
Un hombre que en la simplicidad de su palabra logró despertar sentimientos encontrados, cuestionamientos profundos sobre la existencia del hombre y continúa alentando la búsqueda de una paz ideal entre los hombres y las naciones mediante el establecimiento de un reino utópico pero no imposible.