Aprender a pensar
Por: Juliana Henao
“Cuestiona tus pensamientos y despiértate tu mismo”
Byron Katie.
Hoy en día y gracias a la tecnología y los avances en las diferentes áreas del conocimiento la información está en todas partes y es fácil de encontrar. Sin embrago, eso no significa que toda la información es “verdadera” y la fuente de la información es digna de confianza y credibilidad. Por eso, es tan importante que se desarrolle el pensamiento crítico.
El pensamiento crítico no es algo nuevo, se considera a Sócrates como el fundador con su estilo de preguntas reflexivas. Todos los seres humanos tienen la capacidad de pensar, pero no todos piensan de forma que son conscientes de lo que piensan, y en muchas ocasiones ni se hace el esfuerzo de pensar, y esto conlleva a que muchos líderes económicos, religiosos, políticos, o personas influyentes como artistas, reporteros por mencionar algunos tengan poder sobre las masas y transmitan ideas que no son las más apropiadas para el bienestar de todos.
El pensar críticamente es una habilidad de vida. Es la capacidad del ser humano de reunir información de forma lógica y balanceada, que vaya más allá del egocentrismo y el socio centrismo tan común en la sociedad. Pensar críticamente es evaluar los hechos que están asociados a la información recibida. Es observar si los supuestos que se tiene frente a la información son solo eso, supuestos. Es analizar cómo suena lo que se piensa. Si el pensamiento es lógico y racional. Aprender a pensar críticamente es entrenar la mente, y así como en cualquier deporte es necesario invertir tiempo y esfuerzo.
Una forma de empezar a inculcar el pensar crítico en los niños es crear espacios de conversación en las familias donde los niños puedan expresar sus ideas sin sentirse juzgados e intimidados.
También escuchando sus explicaciones frente a hechos que suceden en la escuela y en la casa. Felicitándolos cuando toman decisiones apropiadas y expresan su propio pensamiento. Otra forma, es hacer preguntas que los lleve a pensar, cómo hubieran actuado diferente en determinada situación. Por ejemplo, en caso de que hayan disgustado con un amigo o hermano, la pregunta podría ser ¿Que podrías haber hecho diferente para evitar la discusión?
Con los adultos, el proceso de entrenar la mente es un poco más complicado y largo, sobre todo porque los adultos tienen estructuras mentales ya muy arraigadas, pero es posible crear una nueva forma de pensar. Una pregunta, para empezar a pensar críticamente es preguntarse a sí mismo si determinado pensamiento sobre un hecho específico está basado en emociones o en ideas contadas por otros. Ejemplo, si tu hijo te pide permiso para ir una fiesta y le dices que no, observa si le dices que no porque tienes miedo de que suceda algo, o tienes razones válidas para que no vaya, o en el momento en que preguntó por el permiso estabas ofuscado.
Las personas que piensan de manera critica reconocen sus propias emociones, aprecian el punto de vista de los demás, no se ofenden fácilmente, defienden sus propios puntos de vista con hechos y razones, tienen autonomía intelectual, desarrollan la observación, pueden ponerse metas y tienen más probabilidad de alcanzarlas porque frente a las adversidades pueden encontrar fácilmente alternativas.