La salud mental
HenaoPor: Juliana Henao
Desde que estaba en mis años de universidad la salud mental y la educación de los hijos han sido temas que han llamado mi atención, y en gran parte ha sido porque la mayoría de veces he trabajado con niños en alto riesgo físico, moral y social que han sido afectados directamente por el abandono total o parcial por parte de sus progenitores y porque estos mismos no se encuentran mentalmente sanos.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud “La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.” (2013).
Esta definición incluye los aspectos de consciencia de las propias habilidades, de la residencia frente a las adversidades y los desafíos diarios de la vida, y el establecimiento de las relaciones con los demás.
Existen muchos mitos acerca de la salud mental por parte de la comunidad latina que poco tienen que ver con la realidad, muchas enfermedades mentales son consideradas como casos de brujería o envidia impuestas por otros a las personas, muchos niños que tienen comportamientos diferentes debido a patologías de salud mental son considerados niños mal educados o traviesos, no hay una cultura de buscar apoyo profesional cuando se presentan estos casos, se deja a la religión o a la superstición. Se considera que toda persona con dificultades de salud mental son violentas, no tienen esperanzas y no hay nada que hacer.
La realidad es que si la envidia y la maldad existen, pero no causan enfermedades mentales. La chancleta no es la solución para los niños que presentan dificultades de atención, hiperactividad, autismo, Asperger u otras condiciones que requieren ayuda profesional. La religión, la espiritualidad ayudan en un tratamiento de la salud mental, pero es importante recordar que Dios creo la medicina y la puso a servicio de la humanidad, los medicamentos y los tratamientos con una perspectiva humanista e integral, son una gran alternativa para los casos de dificultades de la salud mental. No todas las personas que presentan problemas de salud mental son violentas, hay esperanza para ellos y para las personas allegadas a ellos.
Tres de los casos más comunes de enfermedades de salud mental entre la comunidad hispana son la depresión, la ansiedad, y el abuso de sustancias psicoactivas. En parte, porque toma tiempo adaptarse a una nueva cultura, aprender un nuevo idioma, por la separación de las familias, por las condiciones económicas y sociales en la que se encuentran. Existen también factores genéticos, biológicos y emocionales que pueden incidir en la salud mental.
Lo primero que hay que hacer frente a la salud mental es tener las emociones en orden, no existen emociones malas o buenas, existen las emociones. La ira, el miedo, la tristeza son normales, es cuando la ira pasa a la violencia, el miedo a la fobia, la tristeza a la depresión que hay indicios de una patología que requiere atención médica.
Para tener una salud emocional es necesario que conozca sus emociones, analice el porqué de su tristeza, de su frustración. No las niegue o las calle, acéptelas, exprese sus sentimientos. Viva una vida balanceada, haga ejercicio, camine, realice actividades al aire libre. Coma bien, disfrute el presente.
Lo segundo, si ve que usted o alguno de sus familiares tiene dificultades de salud mental busque ayuda profesional, pero tome algunas precauciones. Una persona mentalmente sana es generadora de paz, tiene la capacidad de entender a otros y puede encontrar soluciones más fáciles.