¿Osama reelige a Obama?
El pasado domingo primero de mayo cuando estaba a punto de dormirme, escuché a mi hijo que desde la sala me decía que habían matado a Osama Bin Laden, pero en una primera instancia entendí que era Obama el asesinado por lo que volé de la cama para saber qué era lo ocurría.
La inicial confusión de nombres, Osama-Obama, solo por una “S”, fue resuelta enseguida y como el mundo entero, vi en la televisión la declaración del presidente de los Estados Unidos, quien daba a conocer la muerte del llamado terrorista más buscado del mundo y sindicado de los atentados perpetrados en el 11 de septiembre de 2001, entre muchos otros a lo largo del mundo.
El operativo llevado a cabo por fuerzas especiales y militares estadounidenses parece sacado de una película al mejor estilo de Hollywood, tan precisa, bien calculada y sin ningún error, más el que les tocó enfrentar cuando al parecer uno de los helicópteros presentaría alguna falla mecánica que los llevó a deshacerse del mismo, situación ésta que pondría más interesante la incursión a la fortaleza donde se habría escondido el líder del grupo Al Qaeda.
La seguridad con que el mandatario estadounidense explicó la acción que dio con la muerte de Bin Laden, disparó de inmediato sus niveles de popularidad, los cuales habían caído drásticamente en los últimos meses como consecuencia de las fallidas políticas económicas, asuntos pendientes y sin resolver, como el tema migratorio, el desempleo, y precisamente las guerras en el exterior, Irak y Afganistán, esta última como resultado de las acciones de Bin Laden.
Las demostraciones de entusiasmo de cientos de americanos al frente de la Casa Blanca y la Zona Cero casi simultáneamente y poco después de conocerse la noticia de la muerte de Bin Laden, otorgaron un nuevo aire a la administración de Obama, quien sin duda con este golpe, comienza con pie derecho su campaña por la reelección.
Y es que un golpe como este era lo que necesitaba el presidente americano para rescatar su imagen, que venía siendo cuestionada, incluso días antes se vio envuelto nuevamente en un campana mediática manejada por el magnate Donald Trump quien ponía en duda el lugar de nacimiento de Obama, tema que venía siendo comentado casi que desde la campaña que lo llevó a la presidencia.
En medio de los momentos críticos que precedían al operativo en Abbattabad, Pakistán donde sería ultimado Osama Bin Laden, el presidente decide revelar su acta de nacimiento original, para acabar con el debate. Un punto más a su favor.
Aun para los contradictores, Obama demostró liderazgo en el asunto Osama y por así decirlo se la jugó el todo por el todo. Durante meses y en el más estricto secreto coordinó todas las investigaciones sobre el paradero de Osama y cuando hubo tenido toda la confirmación requerida sin ninguna duda firmó los documentos que necesitaba para dar inicio al operativo conocido por todos y junto a su equipo de colaboradores más cercanos observó el desarrollo de los hechos.
Con el resultado positivo de la muerte de Bin Laden, Barak Obama está listo para su campaña de reelección.
Quién pudiera imaginar que, Obama sería el encargado de neutralizar al líder del grupo conocido como Al Qaeda, que precisamente nació del apoyo que la CIA diera a los talibanes que en Afganistán harían la resistencia a los rusos en la década de los ochenta. Otro punto a favor de Obama a quien sus contradictores incluso habían negado su nacimiento en USA y más aun lo habrían ligado a la religión musulmana. Con la muerte de Osama, Obama limpia su imagen distorsionada por los sensacionalistas.
No obstante, todavía hay quienes creen en conspiraciones secretas, en que Al Qaeda no existe; Bin Laden es una creación de la CIA para justificar la presencia americana en las tierras del petróleo, incluso que los ataques del 2001, fueron planeados en complicidad con los israelíes; que si Bin Laden murió hace tiempo victima de problemas renales, en fin toda una serie de conjeturas que solo aportan mas desinformación sobre estos hechos.
Pero lo que si queda claro es que como están las cosas, la muerte de Osama Bin Laden, que es dada por hecho, ha sido la catapulta para que Barack Obama se lance a su reelección presidencial. A pesar de los temas que tiene pendiente por resolver, como el empleo, la economía, la inmigración, promesas de campaña que aun no cumple, Obama es el candidato otra vez…gracias a Osama.