Fe de ratas: Una comedia de locos
Por: José Javier Reyes, Editorialista invitado*
México es un país que tiene una tradición pacifista que linda en lo inofensivo. Salvo por la guerra contra Estados Unidos, con sus funestas consecuencias de pérdida del territorio nacional, y la intervención francesa, México tiene por tradición no hacer la guerra a ningún país.
Esto puede ser tomado como una vocación hacia la paz o una pasividad obligada por lo raquítico de nuestras fuerzas armadas. No tenemos un ejército capaz de enfrentar a ningún masiosare que, de proponérselo, profanaría con su planta su suelo de manera impune. No lo tenemos, pero nunca nos ha hecho falta.
Y de repente, sin razón, surgen las amenazas al suelo patrio. Primero, el grupo de fanáticos fundamentalistas ISIS, quienes colocan a México al final de la lista de sus 60 principales enemigos. Nadie lo ha tomado en serio, pero no deja de ser un foco de atención.
Y luego llega Donald Trump. Su demagogia es pedestre, pero un sector de la sociedad norteamericana se siente representada por el empresario venido a político.
Primero propone la solución al problema migratorio, según el: el súper muro. Y como los contribuyentes protestaran, diciendo que esa obra sería muy costosa en relación a su beneficio económico, propone algo todavía más absurdo: que lo pague el gobierno mexicano.
¿Por qué? ¿Es para defendernos de la migración de políticos desquiciados a territorio nacional? Y como fuera unánime la respuesta de que esto no va a ser así, llega al extremo demencial de amenazar militarmente a nuestro país.
Entendámoslo: el muro nunca va a existir. Es kafkiano, es la muralla china para defender al imperio, no de una tribu bárbara, sino de trabajadores manuales que la economía norteamericana necesita. Pero la propuesta (pues sólo quedará en eso) no va dirigida a los mexicanos: su destinatario es el votante gringo. La muralla pretende atrapar votos, no migrantes.
Y si hiciera falta algún elemento demencial en esta casa de locos, aparece Anonymous. El desarticulado grupo de pretendidos hackers cibernéticos, de orientación anarquista, se lanza contra el magnate del peluquín pidiendo a todos sus seguidores emprendan acciones de terrorismo virtual contras las páginas de los negocios de Trump desde el 1 de abril.
La causa de la migración es la misma del narcotráfico: la demanda del mercado. El consumidor gringo necesita cocaína y marihuana. El empleador norteamericano necesita a quién pagarle 6 dólares la hora sin pagar impuestos ni dar seguridad social. Los muros no se escalan ni se derriban: se cruzan en túneles de un kilómetro y medio.
* José Javier Reyes. Es un caricaturista mexicano, quien sus artículos y caricaturas en periódicos de México y Estados Unidos.