Cada boicot empieza en casa
Nadie va hacer las cosas por usted, si usted no empieza. En estos días en los que se habla de boicots, de traiciones, de puñaladas traperas, de liberales y conservadores, de cretinos y vendidos, de aparecidos y paracaidistas, de oportunistas y mamertos, bien vale la pena recordar que nadie puede tomar por usted, las decisiones que a cada uno corresponde.
Si bien es cierto que las organizaciones, ayudan, y por eso se llaman así, su trabajo es organizar, no mandar sobre la voluntad de nadie.
La lucha de la comunidad latina no tendrá ningún éxito, si la comunidad no se apropia de ella. Eso fue lo que hicieron los negros en su momento. Para empezar, cada quien y a su modo o medida, debe comenzar a actuar de tal modo que entre todos, las acciones causen el efecto que se busca.
La decisión de Jerry González de no apoyar el boicot económico, puede que sea respetable, más eso no quiere decir, ni que represente a los intereses de toda la comunidad, ni que la gente tenga que hacer lo que él diga, y si este editorial se refiere al señor González y no a su organización, es porque él y GALEO, son una sola cosa.
Carlos Ángel, uno de los amigos de El Nuevo Georgia en Facebook, dice “…por eso yo hace meses que no salgo a comprar a Walmart, ni a bailes que no más hacen dinero para los condados donde están sacando a la raza…” y a eso es a lo que nos referimos cuando afirmamos que cada boicot empieza en casa.
Para el mes de enero cuando la candente polémica sobre la caricatura del gobernador con el atuendo de Hitler amenazaba con llevarse a algunos clientes de este medio impreso de comunicación, no solo asumimos nuestra responsabilidad moral con lo que en ese momento creíamos era una opinión valedera, sino que también lo hicimos desde el punto de vista de lo que eso podía representar económicamente.
Recientemente uno de esos “buenos” clientes que perdimos, nos puso como condición que regresaba a anunciarse si públicamente ofrecíamos disculpas al gobernador, a lo que nuestra respuesta contundente ha sido, que primero cerramos el periódico el día que ya no dé con qué sostenerse, antes que vender nuestra conciencia, nuestros principios, nuestros valores, nuestra convicción y sobre todo que vendamos al diablo la verdad de un hecho de racismo, palpable por parte del señor Nathan Deal.
El respeto no se exige, ni se mendiga, ni se presiona para obtenerlo, simplemente se gana o se pierde, y en este caso no hay ningún motivo para respetar la imagen del gobernador. Si bien respetamos a la persona que representa el cargo, por ser persona y por ser anciano, sus actuaciones oscuras como político corrupto son una evidencia de que el lugar que ocupa, no es donde debiera estar.
Y también asumimos de manera individual el retiro de la Cámara de Comercio Hispana de Georgia, de la que ya nos sentíamos distanciados desde que sumió ese papel de avestruz y pareciera no importarle nada sino entregar y recibir “premios”.
De la Cámara México Americana de Negocios, fundada por el arquitecto Teodoro Maus, cuando fue cónsul y que más tarde la desaparecieron para dar paso a la Cámara
Latinoamericana de Comercio, habíamos hecho lo mismo, por ser también un ente inerte, dedicado solo a servir desayunos cada mes.
Esta Cámara de la que nadie sabe y la organización LISTA, de la que menos se sabe todavía, son quienes ahora pretenden hacer el papel de mulas muertas en medio del camino, para desviar la atención de la comunidad en un momento crucial.
Por eso nuestro mensaje es que cada boicot comienza en casa, porque cada persona finalmente es la que toma la decisión de hacer o no hacer, asociarse o desasociarse, apoyar o quitar el apoyo, estar o no estar, ir a un concierto o quedarse en casa con su familia, comprar o no comprar, tomarse una Coca cola que le va a causar daño a su salud, o una agua de Jamaica que les va a alargar la vida de sus riñones.