Votar o votar…no hay opción

 Votar o votar…no hay opción

editorialPor escandalosas que resulten los índices de abstención dentro de los votantes latinos, llorar sobre la leche derramada no es la opción y menos en estos momentos cuando hemos visto de cerca, no solo un despertar inusitado en el interés por la participación en los procesos políticos de algunos de los nuestros, sino porque, pareciera que la conciencia sobre el tema estuviera siendo tenido en cuenta.

Con que uno o dos, y ojalá miles de electores tengan en cuenta nuestras sugerencias; busquen la forma de participar y al final decidan ir a las urnas a votar, eso ya sería un gran logro, no para nadie en especial sino para todos en particular, porque bien es sabido que desde los lugares donde se deciden las leyes, locales o estatales, desde ese mismo sitio se decide hasta cierta forma la suerte de los individuos y de las familias.

En esta edición, como muchos lo habrán notado, hacemos énfasis en las elecciones que se llevarán a cabo este próximo 24 de mayo, por varias razones, entre ellas, porque volvemos a tener a varios nombres latinos en las balotas electorales, y eso debe ser motivo para incentivar nuestra participación democrática, si es que de verdad queremos generar cambios desde el ámbito de la representación política.

No pretendemos a partir de aquí, echar la misma carreta sobre quienes teniendo el derecho de votar no les da la gana de hacerlo, poniendo todas las excusas habidas y por haber, entre otras cosas porque ninguna de ellas será válida al momento de pretender levantar su voz contra aquello que le afecta, cuando a él o a ella, ni siquiera les importó quién estaría como vocero ante determinada instancia legislativa o de gobierno.

En estas elecciones primarias—en algunos casos, es decir, donde se elige al que será el candidato del partido para las elecciones de noviembre–, por ejemplo, están en juego varios cargos, como representantes y senadores, éstas son las personas que hacen las leyes a nivel general y aprueban el presupuesto general para el funcionamiento de la educación, la salud, el transporte y las normas de convivencia.

Varios candidatos latinos aspiran a llegar a esas corporaciones, siendo ellos, Brenda López por el distrito 99 de Gwinnett, Alexa Méndez por el distrito 81 de DeKalb y Fulton, Linda Pritchett por el distrito 63 de Fulton, Clayton y Fayette, Michelle Jones por el distrito 30 en el condado de Hall, María Salaices aspira a ser la primera mujer juez latina en la corte del condado de Withfiel, el juez Dax López, busca su reelección en el condado de DeKalb y Víctor Armendariz , quiere ser representante federal por el distrito # 4, además de otros candidatos en pueblos y condados alejados de metro Atlanta que buscan sillas en concejos locales.

También se eligen jueces, sheriffs y algunos representantes federales, y a propósito de sheriff, los habitantes de Gwinnett tienen la oportunidad de votar si quieren o no, que Buch Conway, el hombre que trajo la 287 (g) a su condado y más latinos en la historia de ese territorio deportó, siga en ese cargo o sea reemplazado por otro funcionario más moderado.

La experiencia en general nos advierte que los índices de participación de la comunidad latina son bajos a nivel estatal y a nivel nacional son un poco más alentadores, pero hay problemas a nivel local que podemos resolver nosotros mismos porque no son de la competencia del gobierno federal y muchas veces ni siquiera del estado, por lo que se hace imprescindible que comencemos a valorar los procesos electorales locales y en los condados.

A vuelo de pájaro y para darnos un panorama general del problema, el 72,04 por ciento de los electores registrados como latinos no ejercen su derecho al voto, mientras para las comunidades tradicionales del estado esa cifra es del 49 por ciento, lo que, visto desde la órbita del respeto que decimos merecer no le hace ningún favor a nuestra exigencia de mejores oportunidades, más atención a nuestros problemas y sobre todo, una mayor representación en los cargos públicos donde se toman decisiones que a diario nos afectan.

Solo el 27,96 por ciento de quienes nos hacemos llamar latino, de verdad ponemos la cara por una inmensa mayoría que se ha venido tragando el cuento de que, somos un poder decisivo, pero que, dormida en los laureles, ve como los demás eligen por ella, mientras sus problemas siguen ahí y los atropellos siguen ahí…bien gracias!

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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