Hablar y hablar…
Por: Juliana Henao
Recuerdo a mi profesor de Psicoanálisis cuando decía que las palabras no se las llevaba el viento, que las palabras dejaban huellas, y por eso era tan importante cuidar cada palabra que pronunciábamos. Hoy en día, gracias al boom del coaching las personas han empezado a hablar de prestarle atención a lo que decimos y pensamos.
Y es que no siempre lo que hablamos y pensamos nos trae armonía y nos permite avanzar hacia donde queremos ir. Como dice Niurka, reconocida coach, cada célula de nuestro cuerpo se pone de acuerdo con cada palabra que pronunciamos. Así que si cada día estamos criticándonos, minimizando nuestras capacidades, no nos atreveremos a hacer nada.
¿Cómo está tu comunicación contigo mismo? ¿Cuáles son las palabras que te repites cada mañana cuando te levantas? ¿Estas palabras que te dices te animan a ser mejor o por el contrario te deprimen y te inhabilitan a continuar trabajando por lo que quieres?
Toma el control de lo que dices!
Dispón cada día por una semana al menos de 10 minutos para revisar qué te dices diariamente, toma consciencia de tu diálogo interno.
Mira bien lo que sale de tu boca.
Para de utilizar el pero…. Te amo, pero no me gusta que… Aunque hayas dicho te amo con el pero es como si borrarás todo el amor que pronunciaste. Puedes en cambio decir “te amo y me gustaría que no mirarás el celular cuando te estoy hablando”.
Aprende un adjetivo positivo cada semana, no solo estarás mejorando tu vocabulario, sino también estarás mejorando tu diálogo interno.