Pensarlo y hacerlo, son dos cosas
Existe un antiguo dicho castellano que, con algunas variantes, reza por lo menos desde el siglo XV: Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. En alguna de las variantes modernas, el verbo “pelar” ―que significaba más bien afeitar― es sustituido por “arder”, “cortar” o “rasurar”, pero la idea del refrán es que debemos aprender de los males que sufren los demás para no caer en los mismos errores y sufrir idénticas consecuencias.(http://www.elcastellano.org) Y a eso nos queremos referir!
Debemos aprender de lo que pasa en nuestro entorno y tomar de lo que vemos, las cosas positivas o negativas, unas para emularlas y otras para mejorarlas, pero a fin de cuentas para aprender.
Las elecciones del próximo 8 de noviembre serán quizá la prueba de fuego más trascendental en la historia de Estados Unidos, el país al que hemos escogido por nuestra casa y la casa de nuestros hijos y futuras generaciones y lo que vemos en el panorama es incierto y desalentador, pero no por ello, debe sustraernos de nuestra responsabilidad cívica y ciudadana de participar.
La secretaría de estado de Georgia ha venido haciendo un trabajo excelente en lo que tiene que ver con la disposición de todas las herramientas posibles para que las personas que califiquen se inscriban y salgan a votar sin excusas, y ese mensaje lo han entendido también las organizaciones comunitarias en los vecindarios negros, latinos o asiáticos.
Como resultado de esos esfuerzos además de los que han llevado a cabo organizaciones como la Asociación de Funcionarios Latinos Electos y Designados—GALEO, por sus siglas en inglés, lo que anunciamos en esta edición sobre el incremento de los votantes latinos a un número de 155,475, es en buena parte alentador y muy diciente, pero ahora falta la segunda fase del proceso: Las elecciones.
Al inicio de este editorial apelábamos al refrán español para dar a entender que no debemos cometer el error que muchos cometen en estos casos: No salir a votar, por dos razones que al final son las más tontas; la primera es porque creen que su voto no hace ninguna diferencia y la otra porque su candidato de todos modos va a “ganar” o “perder” y nada tan alejado de la realidad como ese presupuesto.
Hace unos días en Colombia hubo una importante votación en la que solo había dos preguntas por responder en las urnas: Sí y No. Y los que le apostaban al Si, estaban tan convencidos que arrasarían en las urnas que no salieron a votar, mientras los del No, estaban tan seguros que los primeros estaban seguros de su triunfo que se esforzaron por ir a votar a pesar de algunas inclemencias del tiempo.
Moraleja, se despertaron como absolutos ganadores en sus mentes y se tuvieron que ir a dormir como absolutos perdedores en la realidad y en las urnas.
No nos cansaremos de llamar la atención de todos a cerca de nuestra participación y de lo importante que el voto latino puede llegar a ser en estas elecciones, incluso en el estado de Georgia. No piense solo en eso, tiene que tomar la decisión y votar!
