El dinero fiduciario
El dinero fiduciario corresponde a los billetes y monedas de banco que empleamos cada día. El término fiduciario viene de la palabra latina fides, que en español equivale al término fe. Significa que creemos en el valor de la suma mencionada en el billete, valor confirmado por el comerciante que acepta venderme una mercancía a cambio de ese billete. Un billete de banco no tiene valor propio; lo que le da valor es la confianza que depositamos en el emisor de esos billetes; en cuanto al euro, es el Banco Central Europeo, y para el dólar, es el Sistema de Reserva Federal (EE.UU.). ¡Y estos organismos no son infalibles!
El cristiano conoce el valor de la Biblia: no el valor de un libro precioso por su originalidad o antigüedad, como se ve en los museos, sino por el valor del mensaje que contiene. Nos presenta la persona de Jesucristo, primero como Salvador y luego como conductor de nuestra vida.
Al leerla experimentamos la fuerza que Dios da en medio de las dificultades; la guía del Espíritu Santo cuando debemos tomar decisiones. ¡Una vida junto a Jesucristo confirma el valor de las Santas Escrituras!
Así como existen falsificadores de monedas, también hay personas que adulteran la Palabra de Dios (2 Corintios 4:2). Se presentan con la Biblia en la mano, pero desvían a los oyentes deformando el sentido de lo que está escrito. Tengamos cuidado y no olvidemos este criterio infalible: el mensaje de la Biblia nos lleva a conocer y a amar cada vez más la persona de Jesucristo.