El propósito de vida…
Por: Juliana Henao
Como entrenadora de vida, una de las preguntas que más escucho es cómo encontrar el propósito de vida.
Para encontrar el propósito de vida no hay una edad determinada, no hay un método específico. El propósito de vida se encuentra luego de varios intentos, es un viaje hacia el interior de sí mismo, es un atreverse a aventurarse a encontrar los propios discursos , dejar el afán, y hacer el milagro de adentrarse en sí mismo., de encontrar su propia esencia, y re-encauzar la propia vida hacia lo que se quiere realmente, hacia la esencia.
Kenji Yokoi, conferencista colombo japonés dice que se confunde el propósito de vida con lo que es un sueño, una meta o un objetivo, pero un propósito de vida es tener claridad acerca de lo que se quiere.
Cuando una persona encuentra su propósito de vida, se revitaliza, se vuelve protagonista de su vida. Es un ser independiente, que toma sus propias decisiones y se vuelve protagonista de su propia vida. Yokoi dice que el propósito de vida nace de la inconformidad de que las cosas no están bien.
La inconformidad no implica renegar, al contrario supone agradecer diariamente por cada situación que se vive, por todo lo que se tiene. Pero, ¿cómo se encuentra el propósito de vida?
El propósito de vida se encuentra desaprendiendo todas las creencias que no le permiten ser feliz, creencias que le limitan. Un ejercicio que puede ayudar es reflexionar sobre las situaciones que le causan dolor y angustia y ver el pensamiento o la creencia que está asociada con la situación de dolor.
Una gran mayoría de las veces las creencias tienen que ver con ser por ejemplo ser famoso, ser lo que la pareja desea, ser mamá o papá porque es lo correcto, tener dinero, tener poder, tener un carro, tener una casa, tener status, tener el ultimo carro y saber más que los otros.
Tener un propósito de vida implica confiar en que cada momento que se vive es perfecto. Hay situaciones que posiblemente piensa que nunca va a sobrevivir, pero si confía que hay un plan divino en cada situación, podrá generar resiliencia y una actitud de agradecimiento permanente.
El propósito de vida abarca no solo un beneficio para sí mismo, pero también implica involucrar a otros en ese camino. Es pasar de la mentalidad de vivir aislados y una sociedad competitiva, a una sociedad donde se promueve el bienestar de todos y se contagia la alegría.