Desaparece sin dejar rastro

El desconsuelo e incertidumbre entre sus familiares crece con el paso de las horas.

Por: Rafael Navarro- ENG

Una madre latina de dos niños de seis y 3 años continúa desaparecida en el condado de Gwinnett, tras haber sido reportada por sus familiares luego de que el pasado viernes 24 de marzo no atendiera las llamadas de su tía Mónica Hernández, con quien había quedado de verse en las horas de la tarde.

La mujer identificada como Beatriz Noemí Espinoza de 25 años de nacionalidad mexicana vivía en los apartamentos Hickory Grove sobre la South Norcross Tucker en Norcross y trabajaba en un establecimiento nocturno como mesera, según trascendió en las entrevistas con familiares y amigos.

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El campanazo de alerta

Su tía Mónica, dijo a El Nuevo Georgia, que el pasado viernes se había hablado con Beatriz en las horas de la mañana y ésta le había comentado que, temprano en la tarde, iría hasta el Interactive College, donde al parecer cursaba inglés, y después de recoger a su niño de seis años en la escuela saldrían juntas.

“Le estuve llamando pero ya no me respondió, el teléfono me mandaba a buzón y después sonada apagado”, dijo Hernández.

Preocupada por no saber de su sobrina alrededor de las siete de la noche decidió salir desde su casa en Roswell hasta el apartamento que ocupa Beatriz con sus dos hijos, llevándose la sorpresa que no había recogido a su niño mayor de la escuela y en esos momentos quien lo cuidaba era una vecina.

“Eso me preocupó más, además porque ella había salido con su niño más pequeño de tres años”, contó la mujer.

Dijo que a partir de ahí, sus preocupaciones aumentaron, porque su sobrina era una mujer que se esmeraba mucho por el cuidado de sus hijos, y el solo hecho de no recoger a uno de ellos le indicaba que algo andaba mal.

“En ese momento no supe qué hacer, comenzamos a llamar a las personas que pensamos podrían saber de ella y temíamos que podría haber tenido un accidente, que habría sido arrestada, pero al mismo tiempo nos extrañaba que nadie nos hubiera llamado por el niño”.

Una buena y una mala noticia

La mañana del sábado 25, la familia recibió la noticia de que, el hijo de Beatriz con el que ella había salido la tarde anterior, había sido encontrado deambulando cerca a los apartamentos donde su madre vivía, y fue así como sus peores presentimientos comenzaron a tomar forma.

“Me preguntaron que si era mío el niño, y yo les dije que no, que qué pasaba, y entonces me dijeron que el niño estaba solo que no sabían quién era la mamá”, dijo la mujer que se identificó como Rosa y que habría sido una de las primeras personas en tener contacto con el menor una vez fue abandonado cerca de una tienda del área.

De acuerdo a la versión de la mujer, el menor estaba confundido y nervioso y apegado al hombre que lo había encontrado.

“Es una doble angustia el saber que alguien lo haya dejado…o qué pasó, me angustia más”, dijo Hernández.

La policía no se apersona del caso

Habían pasado ya 24 horas desde la inminente desaparición de Beatriz y con todo y el hallazgo de su hijo y la llamada que quienes encontraron al menor tuvieron que hacerle a la policía de Gwinnett, el de la hispana todavía no era un caso que estuviera bajo investigación, a pesar de que todo indicaba que algo no estaba bien.

Esa misma tarde de sábado, familiares y amigos se dieron cita frente a los apartamentos donde residía Beatriz para hacer un búsqueda por su cuenta en los alrededores, distribuir carteles con su foto y de alguna manera llamar la atención de los medios de comunicación y las autoridades sobre la situación que vivían.

Más de medio centenar de personas se reunieron para ayudar en la búsqueda de la mujer y alrededor de 2 horas después y tras varias llamadas a la policía del condado por parte de periodistas y otras autoridades, el jefe del cuartel Este, capitán Adams, se hizo presente a tomar las primeras declaraciones de los familiares y los conocidos.

Hasta la media noche del sábado los voluntarios, sin el acompañamiento de la policía, barrieron los alrededores de los apartamentos donde vivía la mujer, sin hallar rastros de ella.
Se asigna un investigador y se prohíben las entrevistas

El domingo 26 en las horas de la mañana la familia es informada de la asignación de un investigador en el caso de la desaparición de Beatriz y se les prohíbe que sigan dando entrevistas a la prensa.

El lunes trasciende un detalle que comienza a dar posibles pistas sobre lo ocurrido, y es el hallazgo que algunos familiares hacen de metanfetaminas en el apartamento de Beatriz, al parecer escondidas entre la ropa y un bolso de sus niños, dando aviso a las autoridades, la policía de Gwinnett con una orden de cateo inspecciona el lugar y corrobora la existencia del alcaloide.

En las horas de la tarde del mismo día, la Agencia Anti Drogas de Estados Unidos—DEA, por sus siglas en inglés, inspecciona el lugar sin dar detalles a la prensa.

Policía no reporta caso

Al cierre de esta edición y transcurridos cinco días desde la desaparición de la mujer hispana, la policía del condado de Gwinnett no había expedido el primer comunicado como acostumbra en casos similares ni había activado el pago de ninguna recompensa a quien diera información valiosa en el caso, como se estila en circunstancias similares.

Tampoco había activado su sistema de búsqueda por medio de las redes sociales con la fotografía y la información de la mujer desaparecida como acostumbran a hacerlo en este tipo de situaciones, incluso en algunas menos comprometedoras.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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