Deciden que no tenía problemas mentales y le dan cadena perpetua
Un hombre identificado como Saul Castillo fue condenado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, tras ser hallado culpable de la muerte de Silverio Acosta, ocurrida el día del padre del año 2013 en Gainesville.
Castillo fue condenado por cargos de asesinato con malicia, asesinato agravado, asalto agravado y posesión de un arma de fuego en la comisión de un crimen. Castillo se había declarado culpable en agosto de 2015, pero la jueza del Tribunal Superior Kathlene Gosselin permitió que su declaración fuera retirada después de que su abogado recuperara registros médicos de Nueva York que detallaban una historia de enfermedad mental.
Sin embargo esta vez, no se pudo comprobar que tuivera ninguna perturbación y el jurado lo halló culpable de todos los cargos.