Celebrando mi cumpleaños
Cumplir años siempre ha sido para mí, motivo de alegría, es una fecha que me permite reflexionar sobre la propia vida y el sentido de la misma. Hoy quiero compartir con ustedes que leen mis escritos seis aprendizajes o lecciones que he aprendido en este viaje llamado VIDA.
A confiar en Dios
Cuando miro atrás y veo aquellas situaciones en las que parecía que no podía salir adelante, que todo estaba mal, que no encontraba solución y lo mal que emocionalmente estaba. Hoy me doy cuenta que todo, absolutamente todo pasa, y que siempre hay una solución. A veces no es la que más nos gusta, nuestro ego caprichoso y mal educado siempre quiere que todo se arregle a su manera, pero aprender a confiar en Dios, en esa fuente Divina me ayudó a entender que las situaciones son temporales, que siempre recibiremos ayuda celestial y que solo debemos educar nuestro ego, dejar nuestros caprichos al lado y estar dispuestos a recibir.
A amarme incondicionalmente
Nadie puede amarme si yo no lo hago. El amor hacia mi misma me permite tomar decisiones sanas a nivel espiritual, físico y emocional que hacen que mi vida cada día sea más agradable y llena de sorpresas. Esto no significa que a veces tenga días tristes o donde las situaciones sean incomodas, pero definitivamente no hay día en el que no tenga esperanzas, proyectos en que trabajar, retos y desafíos que lograr.
A tener tiempo para el silencio y la quietud
Siempre he sido alguien a quien le gusta estar rodeada de personas, hacer mil actividades a la vez, participar aquí y allá y encontrar tiempo para estar a solas y a aquietar mi mente, ha sido uno de los mayores descubrimientos que he podido hallar.
Me ha permitido tener mayor claridad sobre lo que quiero hacer, me ha permitido enfocarme, lograr muchos de los sueños que tenía pendientes. Me ha dado la posibilidad de explorar nuevas experiencias e incluso a tener mayor energía para realizar las actividades que me gustan. También me ha dado el regalo de saber escuchar mejor a los otros.
A agradecer
He tenido la bendición de asistir a varios cursos/talleres de crecimiento personal, he aprendido diferentes técnicas para aplicar en diferentes situaciones, pero la más efectiva de todas es la más simple: AGRADECER en toda circunstancia, en los momentos difíciles, en los momentos de alegría, cuando estoy rodeada de gente linda, cuando estoy con gente complicada. Porque cada situación siempre me da la oportunidad de aprender por ejemplo y defecto. De conocerme más, incluso de aprender a dejar ir lo que no tiene ya sentido para mí.
A comer bien, hacer ejercicio, dormir más horas y desconectarme.
Cuando vivía en Colombia no tenía problemas con la comida, al llegar a Estados Unidos mis cambios alimenticios cambiaron por completo y me generó problemas de salud. Durante el último año me he dedicado a prestar más atención a lo que como, y sobre todo a las horas que debo de comer. Hoy en día escucho mi cuerpo y aprendido a reconocer que alimentos me hace bien.
Por ocupada que esté, hago lo posible por hacer encontrar el espacio para hacer ejercicio a diario.
Dormir no solo permite al cuerpo descansar, sino también recuperarse. Anteriormente no importa si estaba enferma o cansada limitaba mis horas de sueño para cumplir con mis diferentes compromisos. Hoy en día, hago el propósito de dormir lo suficiente.
Aunque me fascinan las redes sociales y soy de ese grupo de personas que le ven más ventajas que desventajas a la tecnología, he hecho el propósito de desconectarme, de salirme del estereotipo de que entre más ocupado estés mejor. Hoy por hoy apago mi computadora, apago mi teléfono.
A vivir el día a día como si fuera el primero
Siempre escuché y leí que viviera el día como si fuera el último que podía disfrutar. Pero he decidido vivir cada día como si fuera el primero, sin afanes, sin corre corres, con la capacidad de aprender algo nuevo, sin pasado. Me permito asombrarme de las maravillas, de creer en el amor y en la bondad de las personas.
No, no vivo en un mundo mágico o irreal, por el contrario soy más consciente de la realidad de mi entorno y cada día hago lo mejor que puedo, desde donde esté y con quien esté a mi alrededor.