No consumir leche puede traer problemas
Una nueva encuesta de la Fundación Nacional de Osteoporosis (NOF por su sigla en inglés) halló que seis de cada 10 mamás han intentado o están actualmente restringiendo el consumo de productos lácteos de sus hijos. Y, muy pocas madres hoy día animan a sus hijos para que tomen leche, algo que ocurre más que nunca antes – y algunas de ellas limitan totalmente el consumo de productos lácteos de sus niños.
Los expertos dicen que llevar una dieta sin productos lácteos puede tener perjuicios significativos, especialmente para los niños y los jóvenes adultos. Muchas personas se sorprenden de saber que los huesos continúan creciendo hasta mediados los 20 años de edad, según la Fundación Nacional de Osteoporosis.
La nutrición, incluido el recibir suficiente calcio y vitamina D, y el ejercicio, junto con otros factores de estilo de vida, ayuda a los niños y a los adolescentes a alcanzar una salud óptima en los huesos.
Según la NOF, una dieta libre de productos lácteos durante esos años críticos del desarrollo y el crecimiento pudiera significar no alcanzar todo el potencial en la estatura, un incremento en las fracturas por estrés durante la adolescencia, y una mayor oportunidad de sufrir de osteoporosis como adulto.
La realidad es que es muy difícil obtener los nutrientes que se necesitan sin incluir leche en tu dieta, y décadas de investigaciones y cientos de estudios apoyan los beneficios de tomar leche.
Las mamás latinas
La buena noticia es que muchas mamás latinas saben cuán importante es la leche para sus hijos, según la encuesta de Milk Life Lo Que Nos Hace Fuertes.
Más de la mitad de las madres dijo que ellas escogen leche para sus hijos porque es nutritiva y deliciosa, y otro 42 por ciento dijo que a ellas les gustaba porque pueden beberla y también cocinar con ella.
La leche es rica en nutrientes y ayuda a crear huesos fuertes y eso es muy importante para el crecimiento de los niños. Incorporar leche en la dieta cada día pudiera ser mucho más fácil de lo que muchas mamás creen: investigaciones previas indican que a la mayoría de los niños les gusta la leche y que tomarían más leche si se les sirviera con más frecuencia.
