Quienes tienen todo y quienes no tienen nada…

Por: Juliana Henao

De acuerdo  a Virginia Blanes,  conferencista española existen dos grupos de personas: las que lo tienen todo fácil y las que no.  Según ella, el primer grupo de personas se acostumbran a tenerlo todo, cuando quieren y a la hora que quieren.

No significa que estas personas sean muy ricas en lo que al dinero se refiere, sino que cuentan con un gran apoyo y las cosas se les dan.

Por lo general cuando estas personas se enfrentan a circunstancias difíciles en su vida, no cuentan con las herramientas para superarlas y fácilmente caen en la queja, la victimización y  el desagradecimiento, y su tendencia es a pedir y pedir porque sienten que la vida les debe y las personas a su alrededor les debe.

El segundo grupo, aquellas personas que han tenido que esforzarse, trabajar, valerse por sí mismas generan un gran sentido de resiliencia, pueden adaptarse más a los cambios fuertes e incluso generan actitudes de agradecimiento y generosidad hacia otros. De pronto puede existir un subgrupo dentro de este que tiende a ser desagradecido y quejumbroso, pero no es la regla general.

Al momento de educar a nuestros hijos cabe tener en cuenta que no podemos facilitarle todo. O evitarles vivir experiencias dolorosas y de frustración. Debemos permitirles experimentar su propia vida, su propio camino. Asignarles  tareas  dentro de casa de acuerdo a su edad, como lavar su propia ropa,  colaborar preparando los alimentos, sacar la basura, limpiar su baño, etc.

Darles responsabilidades no solo es beneficioso para su independencia, sino también para su salud mental. El amor que como padres y madres  sentimos hacia nuestros hijos no implica sofocarlos con sobreprotegerlos, sino por el contrario otorgarles libertad, el riesgo a que se equivoquen, a que sus decisiones sean diferentes a las nuestras.

Por supuesto, esto conlleva a otro punto y es el de aceptación. Y es que posiblemente al principio no harán todo perfecto, la ropa posiblemente no quedara doblada como estamos acostumbrados, la cebolla no estará picada finamente,  tomaran decisiones que no nos gusten, pero después con práctica y una corrección amorosa podremos ver que nuestros hijos estarán más seguros al momento de ser adultos y enfrentar los retos que la vida les presente.

Juliana Henao

Nacida en Colombia, es coach de vida y conferencista internacional, es una defensora de los derechos de igualdad de género y ha trabajado durante años con organizaciones que luchan por ese tema en Estados Unidos y América Latina.

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