Un año perdido en la historia
“La nación no busca ni espera presidentes perfectos, y algunos ciertamente han tenido profundas fallas. Pero un presidente que muestra tal falta de respeto por la verdad, por la ética, por los deberes básicos del trabajo y por la decencia hacia los demás fracasa en la esencia misma de lo que siempre ha hecho grande a los Estados Unidos”
Así describe en uno de sus párrafos un reciente editorial del diario de mayor circulación en Estados Unidos: USA Today, en referencia al momento oscuro y vergonzoso por el que atraviesa el país y el que no tiene paragón con ninguna otra época presidencial, ni siquiera en las que la nación había creído tener dificultades.
Es que no solo para los inmigrantes Trump ha sido funesto, lo mismo para la prensa, las mujeres, los pobres, los jubilados, la verdad y la grandeza del país siguen en riesgo, porque además ha sido el gobierno más inepto en toda la historia.
“…Trump ni siquiera ha hecho su trabajo cuando se trata de ocupar puestos clave del gobierno que requieren la confirmación del Senado. A partir de la semana pasada, Trump no había designado a nadie para el 60% de los 1.200 puestos claves que puede ocupar para mantener al gobierno funcionando sin problemas”
Eso denota una total falta de control en el ejecutivo, además de una volatilidad e inestabilidad en la casa Blanca, donde funcionarios de todos los niveles, entran y salen todos los días, ya sea porque son despedidos por Trump, o porque ellos mismos salgan huyendo de lo que logran ver y en lo que no quieren ser partícipes.
Pero nada de eso parece detenerlo, porque su registro de viajes de vacaciones y de mentiras, siguen siendo los más altos de cualquier mandatario en la historia del país.
“Trump aparentemente busca algún tipo de registro por mentir mientras está en la oficina. A mediados de noviembre, había hecho 1.628 declaraciones engañosas o falsas en 298 días en el cargo. Eso es 5.5 reclamos falsos por día, de acuerdo con un conteo mantenido por los inspectores de hechos del Washington Post”.
Ni se diga de la falta o el atropello a la ética que debe revestir su cargo y sus acciones.
“Trump ha mostrado desprecio por las restricciones éticas que han revestido a todos los presidentes en la memoria reciente. Se ha negado a publicar sus declaraciones de impuestos, con la absurda excusa de que es porque está bajo auditoría. Se ha negado a poner sus multimillonarios intereses comerciales en una confianza ciega y vende la ficción de que, con ponerlos en las manos de sus hijos hace lo mismo”, dice el editorial.
En contraste ha aumentado la represión, ha crecido el odio racial, el presidente se pelea con todos los gremios y compra riñas personales como cualquier persona de la calle, es el hazme reír a nivel internacional y se ha ensañado con los inmigrantes, especialmente con los latinos.
A nivel económico ha impulsado una reforma tributaria que solo beneficia a las corporaciones y a los más ricos y a nivel de salud, aunque no ha podido derogar a Obamacare, le ha recortado recursos a sus programas para debilitarlo.
Todo esto hace de este año, un inmenso hoyo oscuro en la historia del país del que no se ve salida, y el que cada vez se complica más en todos los niveles.