El Buen Samaritano, una clínica para familias de bajos ingresos
Por: Rafael Navarro- ENG
Concepción Rojas dice que ella y su esposo tienen alrededor de 9 años de ser pacientes de la clínica Buen Samaritano y que ha sido una de las mejores cosas que le ha pasado porque antes ninguno de los dos tenía asistencia médica.
“En la clínica me tienen controlada la diabetes, la presión alta y el reuma”, dice Rojas
Para esta mujer latina y su esposo, este lugar no solo ha sido la tabla de salvación para suplir sus necesidades de salud sino la alternativa ante la falta de un seguro médico al que no han tenido acceso por múltiples razones.
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Rojas dice que cuando ella ha requerido de tratamientos más avanzados, la misma clínica la remite al Centro Médico de Gwinnett, donde le ofrecen las mismas atenciones y a casi los mismos costos.
“Somos fieles a la clínica Buen Samaritano…yo nunca había ido a otras clínicas, es la única a la que he acudido desde que me la recomendaron…” afirma.
Y es que, por poco dinero, ella obtiene todos los cuidados que requiere, además de que en las clases de nutrición y las charlas que recibe le han ayudado a mantener sus niveles de diabetes y presión alta.
“La misión del Buen Samaritano de Gwinnett es demostrar el amor de Cristo a través de la provisión de servicios de salud y dentales de calidad, asequibles y accesibles a los pobres y no asegurados”, dicen ellos en su misión.
La clínica como tal, ofrece un enfoque integral de la atención de la salud que incluye servicios completos y enfocados en la familia.
No es una clínica gratuita
El Buen Samaritano de Gwinnett no es una clínica gratuita, no es un centro de atención de urgencia o atención de emergencia. “No proporcionamos servicios después de horas de trabajo ni respuesta de médico de guardia”, es la única clínica de caridad en la zona que ofrece servicios médicos, dentales, de consejería y farmacia bajo un mismo techo.
El objetivo del Buen Samaritano de Gwinnett es no sólo satisfacer las necesidades físicas, sino también atender las necesidades espirituales de sus pacientes a través de la oración y la consejería bíblica.
El buen Samaritano de Gwinnett ve a pacientes con cita y sin cita previa. Los servicios están diseñados para ser asequibles a los no asegurados y con seguro limitado.
Los servicios son ofrecidos a todas las personas independientemente de raza, color, religión, género, orientación sexual, origen nacional, estatus de veterano o estatus migratorio.
“Y lo hacemos con un personal cristiano evangélico amoroso, así como voluntarios de todas las profesiones y de todo el mundo. Amamos la rica diversidad de personas a las que servimos y con las que trabajamos dentro de la clínica, y nos encanta contarle al mundo acerca de Jesús, un paciente a la vez”.
¡Lo mejor es el idioma!
Claudia Cruz, es una paciente con tiroides y su tratamiento es prolongado y de mucho cuidado, ella llegó al Buen Samaritano hace alrededor de cuatro año y dice que no ha encontrado mejor lugar para recibir la asistencia que requiere.
“Lo mejor para mí, es que hablan español que en la mayoría de las clínicas cuesta un poco y eso me facilita mucho…”, dice Cruz.
“Yo vine más que todo por cuestiones de tiroides y el aumento de peso, ellos me han ayudado muchísimo, la licenciada Mónica ha sido de mucho apoyo y he mejorado mucho he bajo de peso y me han ayudado en la alimentación con la parte educativa”, advierte.
Dice que se siento mucho mejor en su vida personal y cotidiana y que todo ello es gracias a los cuidados que recibe en cada cita y en cada sesión a la que asiste.
Objetivos claros
El Buen Samaritano, tiene trazados objetivos muy claros, que van desde brindar servicios de salud primaria y dental de calidad, a bajo costo a las personas sin seguro con el fin de eliminar las disparidades de salud para las poblaciones pobres y sin seguro médico, hasta disminuir la demanda de los no asegurados de servicios médicos.
Todo ello, con el fin de ayudar a reducir el costo de la atención indigente en el sistema de atención de salud pública.
Así mismo proporciona un lugar para matricular futuros profesionales de la medicina para que avancen en sus objetivos educativos, al mismo tiempo que sirven a los pobres de la comunidad con el fin de ayudar a los estudiantes desfavorecidos a prepararse para obtener un empleo en el área de salud y los campos dentales.
“Ofrecemos servicio médico, dental y consejería, tenemos un dispensario y un centro de educación…”, dice Dulce Galindo encargada de marketing en la clínica de Peachtree Corners.
“Atendemos como un 68 por ciento de latinos la mayoría mujeres…el requisito es no tener seguro médico de ahí lo demás no hay requisitos”, advierte.
“Nosotros también ofrecemos los servicios para personas que no tengan los recursos para pagar. Los podemos ayudar a pagar esa consulta, así que siempre tratamos de ayudar a quien lo necesite”, recuerda.
Todas las personas bajo el 200 por ciento del nivel de pobreza encuentran en el Buen Samaritano una mano dispuesta a acogerlos y ayudarlos.
Hoy en día, la clínica atiende a más de 25,000 clientes cada año y proporciona servicios estimados en más de $ 7 millones.