Nos vamos quedando sin voz

Si hay algo que hace que las comunidades se identifiquen, sientan que tienen un interlocutor, y asuman que eso mismo les produce cierto grado de seguridad de ser escuchadas, es precisamente saberse cercanos a un medio de comunicación que hable su propio lenguaje.

Y no me refiero al idioma sino al lenguaje, al mensaje, a la identidad cultural que se crea alrededor de aquellos referentes que nos permiten formar tejido social, incluso en medio de culturas que difieren de la nuestra. En esas circunstancias, un medio de comunicación ya no es propicio, ¡es indispensable!

Y en eso es que se convierten los medios de comunicación étnicos, sobre todo en Estados Unidos, donde cada comunidad tiene la oportunidad de verse reflejada en éstos, dado que las oportunidades de que la cobertura de los medios tradicionales en inglés con relación a nuestros temas de interés no sea afectiva, a no ser que haya inmerso en ello el signo de la tragedia o la delincuencia.

A comienzos de la década, cuando Atlanta era la tierra prometida para muchos inmigrantes, sobre todo latinos, los medios impresos se contaban por decenas. Iban desde semanarios, y quincenarios hasta publicaciones diarias como la que surgió luego de que la empresaria peruana Victoria Chacón, fundara el diario “La Opinión de Georgia” quien diera paso luego a “La Visión de Georgia”, que es el mismo semanario que hoy conocemos como La Visión.

Pero a todas éstas, nadie le igualaba al que se convirtiera en el ícono de las publicaciones latinas en español, desde que lo adquiriera el panameño Lino Domínguez por 1 dólar de manos de la Asociación Latinoamericana. Hablamos de Mundo Hispánico, quien junto a sus otras publicaciones de Páginas Amarillas, lideró el mercado y hasta cierto punto la opinión entre las dos poblaciones anglo y latina.

En abril de 2004, Domínguez anunció que el diario local The Atlanta Journal Constitution había adquirido el semanario que ya era “El líder de la comunidad hispana desde 1979” y esa nueva etapa se daba, entre otras coas, no solo porque el negocio comenzaba a cambiar, sino porque se requería de un respaldo mucho más sólido como para soportar las épocas que se avecinaban.

“No podemos competir sin los recursos necesarios”, dijo Domínguez en ese momento.

Domínguez también señaló que el AJC, “proporcionará muchos beneficios, como mejor tecnología, recursos humanos y cobertura de noticias, incluyendo fotos y artículos de opinión que compartirán ambos periódicos”, y así sucedió, y fue uno de los mejores momentos de la publicación.

Pero lo cierto es que, muchos siguieron creyendo y diciendo, que el medio como tal, no le era rentable al AJC y a su casa matriz, Cox Media Group, porque los niveles de vetas y de inversión, no se compadecían con los costos de operación, y menos con las expectativas de una corporación dueña de medio mundo en cuanto a comunicación en Estados Unidos.

Aun así, Mundo Hispánico dio el salto a lo que parecía ser su tabla de salvación: la era digital. Ahí se consolidó como uno de los medios de la región en ser pioneros en ese campo y sus logros comenzaron a pasar las barreras del estado, tanto que nadie hubiera llegado a pensar en que, la misma corporación que lo adquirió para hacerlo más grande, lo quisiera vender cuando ya había empezado a hacerlo.

Es lamentable, no por la corporación, ni más faltaba, a ésta le sobra el dinero y los recursos y pueden hacer con ellos lo que les dé la gana, lo que resulta un poco frustrante es que, una voz menos en nuestra comunidad, en estos momentos de zozobra traerá más angustia a nuestra gente, ávida de querer ser oída y reflejada con sus defectos, pero también con sus virtudes.

Independientemente de lo “bueno” o relativamente bueno que pueda ser para los únicos dos medios de comunicación en español que aun sobrevivimos tratando de dar información a nuestra gente, nos reiteramos en lo que dijimos en el momento en que la familia Sadrí, también tomó la difícil situación de cerrar Atlanta Latino: ¡Esto, no es bueno para nadie!

Por el momento, lo que dice Cox Media Group (CMG) es que planea vender sus negocios de contenido vertical de Mundo Hispánico…también venderá el periódico semanal Mundo Hispánico”

Pero de todos modos, no deja de inquietar que vayamos poco a poco quedándonos solos, sin referentes y sin que podamos recuperar los pasos andados, en toda esta maraña mercantil que finalmente a lo que más apuesta es al dinero.

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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