Gotas de Gracia
La Gracia de Dios es maravillosa. Un estudio de la Gracia Divina es estudio de contrastes, pues es un contraste entre la verdadera situación de la humanidad, y el abundante y misericordioso remedio que Dios ha provisto para nosotros a través de Jesucristo. Este contraste está hermosamente descrito en una de las letras de un antiguo himno:
Hubo quien por mis culpas muriera en la cruz,
Aún indigno y vil como soy,
Soy feliz, pues su sangre vertió mi Jesús
Y con ella mis culpas borró.
Mis pecados llevó, en la cruz do murió
El sublime, el tierno Jesús,
Los desprecios sufrió, y mi alma salvó,
Él cambio mis tinieblas en luz.
Anteriormente hemos dejado en claro que todos somos verdaderamente culpables, indignos e impotentes, y reconocimos que todos por igual necesitamos de la gracia de Dios. Consideremos ahora la misericordiosa provisión de Dios para nuestra difícil situación.
Cuando unos novios van a una joyería a comprar ese especial diamante, el joyero por lo general coloca una oscura almohadilla de terciopelo sobre el mostrador, y luego pone cuidadosamente cada uno de los diamantes sobre la almohadilla. El contraste del terciopelo oscuro proporciona el trasfondo que realza el centello y la belleza de cada uno de los diamantes.
Nuestra pecaminosa condición difícilmente puede equipararse a la almohadilla de terciopelo, pero contra el oscuro trasfondo de culpa y contaminación moral de la Gracia de Dios para nuestra salvación centellea como un diamante hermoso, diáfano y perfecto.
El apóstol Pablo utilizó un trasfondo de contraste cuando explicó el misericordioso remedio de Dios para nuestra ruina en una serie de pasajes bíblicos que me gustaría llamarlos ¨Los Maravillosos mas o peros de Dios¨.
Ya hemos visto el fatal trasfondo que Pablo describió en su denuncia de toda la humanidad, tanto de religiosos como de no religiosos, en Romanos 3:10-12. En los versículos 13 al 20 desarrolla esmeradamente esa denuncia, terminando con estas palabras del versículo 20: “Ya que por la obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él, porque por medio de la Ley es el conocimiento del pecado.”
Habiendo pintado el sombrío trasfondo de nuestra ruina, Pablo sigue adelante mostrándonos el cristalino y refulgente diamante del remedio de Dios. Notemos cómo comienza: “Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas”.
Todos hemos sido encontrados en un estado de ruina, pero ahora Dios ha provisto un remedio: uno que proviene de Dios a través de la fe en Jesucristo. Esta justicia es mencionada como “aparte de la ley”, es decir, aparte de cualquier consideración de cuán bien o de cuán no tan bien hayamos obedecido la ley divina.
Bajo la Gracia de DIos, el alcance o la calidad de nuestra obediencia a la ley no es lo que está en discussion, sino que los que han depositado su fe en Jesucristo son “gratuitamente justificados por su Gracia” (Rom 3:24). Ser justificado significa algo más que ser declarados “no culpables”, pues lo que realmente significa es ser declarados justos ante Dios.
Significa que Dios ha imputado o puesto la culpa de nuestro pecado sobre su Hijo Jesucristo, y nos ha imputado a nosotros la justicia de Cristo. Por eso la Gracia de Dios es Maravillosa.
Por cierto, como Iglesia acordamos orar por los inmigrantes y sus familias porque estamos preocupados por sus almas y su bienestar .Le animo a que me escriba un correo electrónico con sus comentarios a hector@crosspointsmyrna.org
Si desea saber más sobre estos temas y busca una Iglesia diferente, lo invito a que asista con nosotros a Crosspoint Encuentro Church, una Iglesia con dos Congregaciones, todos los domingos a las 10:00 AM en inglés y 12:30 PM en español, teléfono (404) 957-2522 y (770) 333-1775. Que la superabundante Gracia de Dios sea siempre sobre usted en Jesús.