Si fracaso…

Delante de las puertas de un instituto, los estudiantes se iban amontonando. Después de haber trabajado duro, venían a presentarse al examen de admisión, objetivo de sus esfuerzos. Los candidatos eran numerosos, pero muy pocos serían seleccionados.

Mientras esperaban que los llamasen, algunos decían: –Cuando pienso que todo mi futuro se va a decidir en las próximas horas, siento escalofríos.

–Me lo juego todo en este examen. Si pierdo… No, ¡no me atrevo ni a pensar en eso!

–Yo, si fracaso, no tengo futuro…

Marcos escuchaba a sus compañeros en silencio. Él también había trabajado duro, estaba estresado como el resto de sus compañeros esa mañana, y quería pasar el examen. Pero Marcos era cristiano; su forma de pensar era diferente.

Se había preparado bien, pero había dejado en las manos de Dios, su Padre, el resultado de sus esfuerzos. –¿Y si repruebo? Marcos sabía que a los que aman a Dios, todas las cosas, incluso un eventual fracaso, les ayudan a bien (Romanos 8:28).

Jóvenes creyentes, consideren como una experiencia especialmente útil atravesar con Dios esos momentos de incertidumbre. Tampoco olviden el verdadero objetivo de sus vidas, su futuro celestial, que ya tienen asegurado.

¡Qué contraste con los que no tienen esperanza! Ustedes aprendieron a prepararse para aprobar una etapa de su vida en la tierra. ¡Que esto les ayude a consagrarse a Cristo, a amarle más, a conocerle, a seguirle y a servirle!

Editor

Rafael Navarro, es Comunicador Social- Periodista de origen colombiano, ha trabajado por más de 30 años en medios de comunicación en español, tanto en Colombia como en Estados Unidos, en la actualidad es editor del periódico El Nuevo Georgia.

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