Nueva acusación contra cárcel de Cobb
La Unión Americana de Libertades Civiles –ACLU, por sus siglas en inglés, pidieron una investigación completa sobre la acusación de que el agua en el centro de detención del condado de Cobb está contaminada.
Según los informes que recibió la ACLU de Georgia, el equipo de mantenimiento del centro de detención utilizó gasolina para limpiar uno o más filtros de agua. Como resultado, las personas en al menos una celda estuvieron sin agua limpia para beber o ducharse durante un par de días.
Supuestamente, solo después de que los miembros de la familia llamaran repetidamente al centro de detención y al 9-1-1, el Departamento del Sheriff trasladó a las personas afectadas a una parte diferente de la cárcel.
“Además de una investigación completa sobre la contaminación del agua en el Centro de Detención del Condado de Cobb, exigimos a la Oficina del Sheriff que realice exámenes médicos completos y apropiados de cada persona que pueda haber sido afectada para determinar qué impacto en la salud puede haber ocurrido al consumir el agua tóxica”, dijo Christopher Bruce, director político de la ACLU de Georgia.
“Todos en esta comunidad deberían alarmarse por las condiciones inhumanas e inaceptables en la cárcel”.
Una crisis de derechos humanos
En diciembre, la ACLU de Georgia y otras organizaciones comunitarias organizaron una asamblea con la comunidad en el condado de Cobb con respecto al cierre y siete muertes en el centro de detención.
Esto fue el detonante para que la comunidad se uniera para pedirle explicaciones al carcelero del condado, Neil Warren, la Unión Americana de Libertades Civiles, junto a otras organizaciones, de derechos civiles, también están pidiendo a la oficina del sheriff que responda a sus solicitudes de registros abiertos y proporcione detalles adicionales sobre las muertes de los reclusos.
“Si dejamos que este sheriff permanezca más tiempo, puede cometer más abusos” dijo Edwin Méndez un residente de Cobb que se hizo presente en la reunión.
Doug Jenkings, quien acaba de salir de ese centro de reclusión dijo que lo que adentro se vive es terrible.
“El único descanso que teníamos en 24 horas eran los 15 minutos para ducharnos, apagaron los televisores, bloquearon los teléfonos y restringieron las visitas…”, denunció.
Andrea Young directora ejecutiva de ACLU, dijo que esta era una crisis de derechos humanos que debía parar, y que el bloqueo a la cárcel debía terminarse.