“Las chicas de Estrella”
Mientras la noche cae, Estrella espera desde su ventana que las chicas, como les dice, acudan a su llamado para entregarles de lo que ha recogido, para que puedan mitigar un poco, la crisis por la que atraviesan. En las bolsas hay más de lo que ella misma tiene, pero el deseo de compartirlo es mayor que sus propias necesidades.
Hace pocas semanas Estrella estuvo en el hospital recuperándose del Covid-19 al haber sido una de las primeras personas infectadas en el estado a mediados de marzo, y dice que, de todos los padecimientos, el que más la afectó fue el encierro y el aislamiento.
Ahora cuando ha retornado a sus labores de activista entre su comunidad, dice que trata de dar lo mejor de sí para apoyar a todas aquellos a su alrededor que atraviesan por dificultades propias de la pandemia, pero que luchan también con otros estigmas.
“Soy la directora y fundadora o líder principal de Community Estrella, una organización que aboga por los derechos de la comunidad trans y género no conforme o como se le conoce, LGBTQ-AI”, dice Estrella, mientras termina de llenar unas bolsas con productos de primera necesidad.
“Bajo esta situación en esta pandemia no estamos preparadas con recursos económicos y estamos usando nuestros propios recursos, hemos hecho pequeñas recaudaciones de fondos y también lo que hacemos es dividir la ayuda según las necesidades de cada uno”
Covid-19 y estigma
Estrella dice que una de sus chicas la llamó desesperada una noche porque había salido a comprar su mandado a una tienda y cuando regresó en el lugar donde vivía habían cerrado la puerta con llave para que ella no entrara.
“Algunas compañeras han perdido la vivienda por el estigma contra nosotras, a ella la corrieron porque únicamente estaba tosiendo y los que vivían con ella no estaban seguros si estaba enferma y lo que le hicieron fue que, cuando salió de la casa ya no le abrieron…”, dijo Sánchez.
“Es el mismo estigma del VIH que decían que todas las mujeres de nuestra comunidad estaban contagiando a las personas…pero es cierto que están en grupos de alto riesgo como las mujeres trans que hacen trabajos sexuales y quienes tienen VIH…”, admite.
Sánchez dice que en este momento que ella sepa, hay dos personas trans con Covid-19 y están quedando en un hotel y les están llevado comidas y las cosas necesarias, como lo hicieron con ella cuando salió del hospital.
“Cuando ellas estén bien, vendrán a vivir aquí para que se sigan recuperando”, dijo.
Pero además de ello, Estrella dice que muchas de sus chicas no van a los lugares regulares a recoger mercaditos o bolsas de comida, porque quieren evitar las burlas o los comentarios de mal gusto.
“Una de ellas me dijo que había ido a un lugar y alguien comenzó a burlarse y le dijo “maricón” y ella simplemente se dio la vuelta y ya no pudo recibir nada”.
Apoyo mutuo
Mientras Estrella aguarda a que lleguen sus invitadas, es evidente que muchas de ellas no quieren salir en cámara o que sus historias sean expuestas, por temor a muchas situaciones entre ellas al chantaje o la extorsión por el tipo de trabajo que llevan a cabo.
Pero la espera se acaba, y la primera en acudir es Michell, quien ha llegado por algunas provisiones, esperando poder aliviar los efectos de una crisis que, en su caso, es evidente hace ya más de dos meses y no ve soluciones a la vista.
“Yo trabajaba en una fábrica, pero nos corrieron porque ya no tenían más trabajo por el Covid-19, estoy muy agradecida con Estrella porque ella nos ha ayudado mucho y me está apoyando para conseguir el desempleo”, dijo la mujer.
A diferencia de otras comunidades, la que Estrella dirige, tiene, además de los problemas actuales, su propia dinámica de conflictos que agravan su situación.
“A las chicas indocumentadas, por ejemplo, se les provee unas canastas básicas, que se componen de papel de baño, arroz, frijoles y ciertos productos enlatados, también se les está dando un pequeño estímulo de 50 dólares a unas y de cien a otras dependiendo como estemos de recursos”, afirma Sánchez.
“Esto a mí me ayuda mucho porque no estamos ganado dinero, y todo lo que podamos conseguir es un estímulo para nosotras”, dice Michelle.
Otra de las formas de ayudas que ofrece Comunidad Estrella es con el pago de algunos servicios como el de teléfono, agua o luz, “También estamos conectándola con otros recursos que hay para personas inmigrantes indocumentadas a nivel nacional y refiriendo con otras organizaciones…y haciendo el seguimiento hasta que tengan éxito”.
Así mismo, las inmigrantes que califican para su estimulo o puedan recibir beneficios del gobierno sin ningún problema, les ayudan a llenar sus formularios correspondientes, entre ellos el beneficio del desempleo y para estampillas de alimentos entre otros.
“También a las mujeres trans que están en las cárceles de inmigración no solo estamos luchando para que las dejen libres, sino para tener dónde ubicarlas cuando salgan…”, dice Estrella.
Otro de los problemas que afrontan estas personas, es que, de los fondos que llegan a las organizaciones para ayuda humanitaria en estos casos, solo cuatro centavos de cada 100 son destinados a proyectos como este.