Stewart: al borde de una tragedia humana
Gabriel Barahona todavía se quiebra cuando recuerda el año y cuatro un mes que estuvo detenido en distintos centros de inmigración en Georgia, sin ser él, un peligro para la sociedad y aislado de sus seres queridos.
“Para mí, esos fueron momentos muy difíciles, porque y yo sentía que estaba perdiendo la relación con mi hijo…y ese tiempo no lo voy a recuperar”, dice, refiriéndose al hijo de 5 años, que tiene y del cual fue separado por inmigración.
Como este centroamericano, millones de inmigrantes de todo el mundo han sufrido el rigor de los centros de detención de inmigración, a quienes su situación desde el inicio de la pandemia, termino por agravárseles.
Barahona dijo que cuando se inició la pandemia en el 2020, él estaba detenido y comenzó a sentir más miedo estando encerrado en la cárcel de inmigración, que si hubiera estado afuera expuesto.
“La razón es sencilla, allá llevaban a personas de otros centros de detención sin ninguna medida de seguridad, a los enfermos no les prestaban mucha atención, los guardias no se cuidaban, esos fueron días muy preocupantes”, dijo.
Por esa misma situación terminó por entrar a una huelga de hambre, y entonces en represalia le fueron negados algunos derechos y fue encerrado en lo que los internos llaman “el hoyo”, que no es más que un lugar de aislamiento.
Barahona está casado con una ciudadana estadounidense, pero él no ha podido ajustar su estatus dentro el país, y cayó detenido por la policía al manejar sin una licencia válida de Georgia, y de ahí fue remitido a inmigración.
“Comunidades, no jaulas”
Tratando de llevar la voz de los afectados y sus familias ante las autoridades y para visibilizar lo que ellos creen son abusos reiterados por parte de corporaciones privadas y el servicio de inmigración, los activistas celebran por estos días la campaña “Comunidades, no jaulas”.
“Stewart Detention Center no es una instalación segura para nadie”, dijo Amilcar Valencia, director ejecutivo de El Refugio.
“Especialmente para los más vulnerables a enfermedades graves y muerte por el virus. Estas muertes podrían haberse evitado y la propagación continua es prevenible”.
Y es que, en Georgia se ha puesto especial énfasis en el incremento dramático de los casos de COVID-19 en el Centro de Detención de Stewart, y el escándalo de las esterilizaciones de mujeres inmigrantes en el ahora cerrado, Centro de Detención de Irwin.
Un centro plagado de COVID
A partir del 20 de septiembre, Stewart Detention Center (SDC) está en camino de superar los 1,000 casos confirmados de COVID-19.
El Servicio de Control de Aduanas de Inmigración (ICE) publicó datos que confirman que, desde marzo de 2020, 988 personas dieron positivo por el virus mientras estaban bajo custodia en SDC, pero la cantidad real de infecciones podría ser mayor que la informada por ICE. Pocos centros de detención de ICE a nivel nacional han informado tantos casos de COVID-19 como el de Stewart.
Stewart Detention Center es el punto de acceso más mortífero para COVID-19 entre las instalaciones de ICE dicen los activistas.
Cuatro personas detenidas en Stewart Detention Center han muerto por complicaciones relacionadas con el COVID-19, tres de las cuales tenían más de 55 años y dos tenían comorbilidades crónicas.
“Hay vidas en peligro bajo la custodia de ICE y las trágicas muertes ponen de relieve por qué debe abolirse el sistema de detención de inmigrantes”, dice Valencia.
Las quejas no paran
Como se destacó en una queja del 30 de agosto, las personas médicamente vulnerables a las que se les negó la liberación en Stewart Detention Center son desproporcionadamente de color.
“Este hallazgo no sorprende, dado el historial de ICE de discriminación racial y trato inhumano e ilegal contra los negros y otros inmigrantes de color”, dijo Lovette Thompson, organizadora de Atlanta para Black Alliance for Just Immigration (BAJI).
“Este hallazgo refleja la sobrerrepresentación de personas de color que enfrentan la deportación en un tribunal de inmigración por motivos penales. También refleja el impacto desproporcionado de COVID-19 en las comunidades de inmigrantes de color en los Estados Unidos. Múltiples capas de discriminación hacen que la experiencia de las personas negras en Stewart se particularmente alarmante “.
Una cárcel peligrosa dice los detenidos
Stewart Detention Center sigue siendo una de las instalaciones más peligrosas para las personas con afecciones de alto riesgo dado el número excepcionalmente alto de infecciones por COVID-19 y éste se niega a seguir las pautas de los CDC.
ICE ha demostrado que no puede operar esta instalación de manera segura durante la pandemia. Esto es lo que dice la gente dentro de ella.
“Si [ICE] no puede proteger completamente mi vida, debería ser entregado a mi familia y seres queridos, ya que podré protegerme a mí mismo”, dijo Robert Lodge, una persona actualmente detenida en Stewart Detention Center.
“¡Cierren las instalaciones y devuelvan nuestra humanidad y nuestra dignidad como seres humanos!” dijo Stephen Watson, también detenido actualmente en Stewart Detention Center.
“[Mi] pod tiene 83 personas en un pod [con] capacidad de diseño [de] 88 personas. Estoy preocupado por mi salud y seguridad”, explicó Franco Clement, también detenido actualmente en Stewart Detention Center.
“Cuando escribimos quejas y quejas sobre la capacidad total de estos centros…ICE deporta el problema”, escribió el detenido.