Hay que proteger a millones de indocumentados de Georgia
Por: Jaime Rangel*
En tiempos recientes la administración Biden anunció una nueva regulación propuesta y periodo de comentarios públicos para fortalecer la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), un programa que se instauró para permitir a los inmigrantes más jóvenes, o Dreamers como yo que llegaron a los Estados Unidos en su niñez que vivieran, trabajaran y asistieran a la escuela bajo un estatus legal.
Exhorto a las personas a que emitan un comentario en apoyo al programa, conscientes de que solo el Congreso puede promulgar leyes que permitan de forma permanente que los Dreamers como yo vivamos con certidumbre en los EE. UU.
Nací en México y me trajeron a este país cuando apenas tenía seis meses. Mi hogar es en el noroeste de las montañas de Georgia, donde fui el primer latino en jugar béisbol en la Escuela Superior del Condado de Murray.
Me enorgullece ser inmigrante, ser de Georgia y ser un estadounidense con valores familiares sureños y raíces mexicanas. A causa de mi estatus migratorio puse en pausa mis sueños. No fue hasta que solicité al programa de DACA que cambió mi vida y pude contribuir incluso más a nuestro estado. No obstante, a pesar del progreso y los beneficios inmensos del programa DACA, nuestro estatus sigue siendo temporal a pesar de que tenemos trabajos esenciales en industrias cruciales al lado de 170,000 personas indocumentadas de Georgia que están contribuyendo además a la economía de nuestro estado.
Hoy, cerca de 36,395 beneficiarios elegibles a DACA contribuyen $181.2 millones en impuestos federales, estatales y locales todos los años. Existen estudios que estiman que si los beneficiarios de DACA pudiéramos ajustar nuestro estatus legal, contribuiríamos $14 mil millones adicionales a la economía de los Estados Unidos todos los años.
Los demócratas del Senado han presentado opciones para consideración de la parlamentaria del Senado justamente para lograrlo. Aunque la parlamentaria ha rechazado propuestas iniciales, todavía tengo esperanzas, así como las tiene el liderato del Senado y los propios senadores de Georgia, Jon Ossoff y Raphael Warnock.
El senador Ossoff reconoció que la primera determinación de la parlamentaria “no es el fin de este esfuerzo” y que “millones de inmigrantes que trabajan arduamente en las comunidades de todos los Estados Unidos merecen la dignidad y la protección que brinda la ciudadanía”.
Hago un llamado a todos nuestros representantes federales a no dejar pasar esta oportunidad única en nuestra generación de implementar una reforma migratoria como parte de la reconciliación presupuestaria. Esto les permitiría a millones de inmigrantes que actualmente están en un limbo legal a ajustar su estatus.
Hoy soy uno de los 352,000 inmigrantes indocumentados de Georgia que cuentan con que el Congreso haga su trabajo. Al comprender el papel significativo que tienen los inmigrantes indocumentados en la economía y fuerza laboral de nuestro estado, el Congreso debe aprobar ahora protecciones para los inmigrantes y sus familias mediante el proceso de reconciliación. Si no logramos cumplir con nuestra tarea, nos enfrentaremos a las consecuencias económicas y morales de otro año más de inacción por parte del Congreso.
*Jaime Rangel es un beneficiario de DACA y gerente de inmigración en Georgia con FWD.US, una organización nacional fundada por líderes tecnológicos para abogar por los derechos de los inmigrantes.