Romney, amo y señor del voto cubano-americano
La enorme ventaja que obtuviera este martes el republicano Mitt Romney en la Florida frente a su contrincante más cercano Newt Gingrich era predicha por todos los analistas, teniendo en cuenta la configuración del mapa político en esta zona donde, si bien el voto latino es uno de los más numerosos, también es cierto que lo conforman en su mayoría los cubano-americanos y los puertorriqueños.
Esto, para aclarar que, a las dos comunidades mayoritarias, pero en especial a la cubana, no les importa para nada el tema migratorio y casi nunca se identifican con políticas o propuestas distintas a seguir presionando a los Castro y a decirles de vez en cuando que alguien va a ir por Fidel y matarlo, como ya les acaba de proponer uno de los candidatos.
Así las cosas, el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney fue el indiscutible triunfador en las primarias por el Partido Republicano apoderándose de los 50 delegados electorales del estado y, “solidificando su posición como favorito para ganar la nominación del Partido de cara a las elecciones presidenciales de noviembre”.
“El ganador de Florida será, con toda probabilidad, el candidato de nuestro partido”, afirmó el senador Marco Rubio, un cubano-americano reconocido por sus posturas racistas a nivel nacional.
Romney ganó las primarias al obtener el 47.44 por ciento de los votos, según datos anunciados por la División de Elecciones del Departamento de Estado de Florida.
Gingrich quedó en el segundo lugar con el 31.25 por ciento, seguido por el ex senador de Pensilvania Rick Santorum, con 12.95 por ciento, y el congresista de Texas Ron Paul, con el 6.9 por ciento.
“Como hemos visto en el pasado, el voto hispano sigue siendo de gran influencia en la Florida y vamos a ver ese papel una vez más en noviembre de este año”, dijo Fernand Amandi, presidente y director de la encuestadora Bendixen & Amandi, citado por el diario local The Miami Herald.
“Los resultados, obtenidos en medio de un elevado ausentismo de los electores, cierran el capítulo de lo que había sido una tortuosa contienda, en la cual los principales candidatos dieron rienda suelta a los anuncios negativos, dice el mismo diario.
Lanzando acusaciones que iban desde que Romney era un rabioso candidato antiinmigrante hasta que Gingrich estuvo involucrado en la gestación de la crisis económica que aún aflige el país, ambos candidatos parecieron ingresar en un nuevo territorio del juego sucio, con costosas campañas de radio y televisión que estaban más centradas en sus fallas que en las razones por las que deberían ser elegidos.
Al final, los electores se volcaron hacia el candidato que parecía contar con mayores recursos económicos para financiar la marejada mediática. Romney gastó más de más de $14 millones frente a los $3 millones de Gingrich.
Pese a la derrota, Gingrich, quien cuenta con el apoyo de la rama más conservadora del partido, ha prometido seguir adelante con su candidatura. La contienda continuará el sábado en Nevada y durante la semana próxima en Colorado, Minnesota y Maine. Tras un descanso de dos semanas continuarán la contienda en Michigan y Arizona”