Los Hispanos en el 2011
Por: Adriana García
Con cada fin de año y la llegada de uno nuevo, nuestra tendencia como seres humanos es mirar hacia atrás ya sea en nuestra vida personal, respecto a una realidad inmediata, una situación específica o incluso respecto a las condiciones existentes en el mundo presente, quizá todo con la intención de hacer un recuento de los daños o de los aciertos y a partir de éstos, redireccionar nuestro camino hacia objetivos específicos.
Y al encapsular ese período de tiempo y ubicarlo en el pasado, comenzamos a contar una historia, tal vez nuestra historia personal o bien, la historia de una comunidad, de una nación o de un mundo que se convierte también en parte de la historia de la humanidad.
Es entonces cuando parece increíble concientizar el hecho de que hoy por hoy, cientos de hispanos e hispanas que residimos en este país, ya sea legal o ilegalmente, por algunos años o tan sólo unos meses, formemos parte integral de la historia de este gran país anglosajón, que sin duda se encuentra en una etapa fundamental de transformación no sólo socialmente, sino política y económicamente.
Ahora bien, responder a la pregunta ¿en qué parte de la historia de este país nos encontramos específicamente? resulta bastante vaga y difícil de contestar, sin embargo sí podemos afirmar que estamos jugando ya un papel importante como minoría, para muchos una minoría incómoda, para otros favorable, pero que con sus aciertos y desaciertos, es sin duda una fuerza activa y dinámica en este país.
A pesar de la gran diferencia cultural, racial e ideológica, entre algunas otras, los hispanos en su gran mayoría hemos logrado asimilar las costumbres, los modos, las percepciones estadounidenses con las nuestras heredadas de nuestro origen, hasta llegar incluso a sentirnos también estadounidenses no sólo de palabra sino de corazón.
En muchos de los casos, hemos adoptado sentimientos de patriotismo, de aprecio y de respeto dual tanto hacia nuestros países de nacimiento como hacia este país adoptivo y generoso.
Por otro lado, se gestan nuevas generaciones de estadounidenses hispanoparlantes únicos en carácter e idiosincrasia, quienes están heredando de sus padres el amor por sus países latinoamericanos y por éste que los ve nacer, los educa y les brinda una oportunidad que no puede ser ofrecida en muchos otros lugares.
Con nuestra vista hacia el futuro, es verdad que aún existe mucho por hacer, corregir y lograr. Por sus prioridades, el tema migratorio, sigue y seguirá siendo la tarjeta de presentación de la comunidad hispana en el 2011.
La lucha por lograr mayores derechos ha sido larga y necesaria, no obstante no ha acabado y por ello es probable que se presenten más capítulos controversiales sobre el tema durante el próximo año . Con una mayoría Republicana en el Congreso, existe desaliento ante una oposición recalcitrante y una actitud apática del gobierno para resolver el tema debido a su polémica, pero no por ello puede asumirse la pérdida total de una causa.
Así es como el 2011, se ubicará como una nueva oportunidad para buscar los beneficios de una reforma migratoria y replantearse nuevas estrategias que desemboquen en la concretización de la legalización de miles de inmigrantes.
Si bien, la incertidumbre es grande ante los distintos retos que enfrentará los Estados Unidos en este 2011, la comunidad hispana estará presente en los apartados a atenderse de la agenda nacional de este país.