Por sus frutos los conoceréis
Han sido implacables y se han caracterizado por demostrar no solo desprecio por los inmigrantes, sino una fría y calculada manera de valerse de ellos para sacar provecho personal, lo que de alguna manera les ha servido para llegar a los cargos que hoy ocupan, son republicanos y por ende se hacen llamar “conservadores”, pero de una nueva y degenerada generación que no siente piedad por nadie.
Han llegado a mentir, calumniar, denigrar y vilipendiar a las familias, y en eso no han distinguido ni se han salvado los niños y las mujeres indefensas, sobre los que han querido pasar escudándose en la ley y pasándose por la faja la justicia, son hombres y mujeres que hubieran sido capaces de cosas peores para llegar hoy a donde están.
Ahora estamos viendo sus frutos y aunque parezca incómodo decirlo y muchos mojigatos adviertan que no es tiempo para respirar y llenarnos los pulmones de aire fresco, pues nosotros hemos decidido como en otras ocasiones del pasado, dejar a un lado la hipocresía y a reconocer que lo que están viviendo, nos permite emitir ese prolongado y aireado suspiro.
Primero conocimos que el ex comisionado del condado de Gwinnett Charles Bannister, había demandado al actual sheriff Buch Conway por 1,7 millones de dólares por daños y perjuicios, luego de una disputa prolongada entre ambos personajes, quienes fueron los artífices de la aplicación de la sección 287 (g) de la ley de inmigración, que da facultades migratorias a oficiales de policía de ese condado.
Ambos, Conway y Bannister, son de la misma camada republicana que se ha venido lanza en ristre contra los inmigrantes, pero internamente viven un drama novelesco de intrigas y rencores en el que hay corrupción, malversación de fondos públicos y triquiñuelas al mejor estilo politiquero.
El sheriff Conway quiso vengarse del entonces comisionado Bannister mandado a tenderle una trampa para arrestarlo supuestamente bajo la influencia del alcohol, porque éste le estaba inquiriendo que pusiera en cintura a su esposa Carla Brown la que funge como jueza superior del condado y venía despilfarrando recursos públicos. Sí, recursos públicos, de esos que provienen de los impuestos que muchos latinos pagan en ese condado.
El segundo en caer fue el flamante senador Chip Rogers, ahora líder de la mayoría republicana en la legislatura estatal, quien sino hubiera sido por la campaña de persecución y odio impulsada en contra de los inmigrantes hubiera seguido siendo el presentador de radio inédito y desconocido para el resto del mundo.
Pues bien, Rogers en uno de sus trabajos anteriores como locutor, se prestó para promocionar apuestas deportivas, práctica que está prohibida en Georgia, y que a raíz de una nota del Canal 2 de televisión encendió el descontento de la Coalición Cristiana, una fuerte organización conservadora, que le ha quitado su apoyo y le ha pedido que renuncie.
Rogers con una cara de tragedia quiso aclarar en el mismo reportaje de la estación local de tv, que él se había limitado a leer un libreto, pero un copresentador del mismo programa de apuestas lo hunde cuando lo describe como “apostador con suerte”.
No puede decirse igual de Shirley Lasseter, quien fuera durante varios años alcaldesa de Duluth, en cuya época se declaraba “amiga” de la comunidad hispana y no desaprovechó oportunidad para dejarse fotografiar sonriente al lado del representante Pedro Marín, o abriendo los festivales colombianos en el Duluth Park, saludando en español. Todo eso se le olvidó cuando comenzó su campaña para aspirar a comisionada del condado de Gwinnett, basando su campaña en infundir miedo a sus electores blancos, en el sentido de que apoyaba medidas represivas para sacar a los “ilegales” del condado, y así lo cumplió cuando llegó a esa posición apoyando a brazo partido la aplicación de la 287 (g).
Declarándose culpable la semana pasada de delitos comunes como aceptar soborno, y peor aún, de conspirar al lado de su hijo para utilizar un negocio de jardinería para lavar dinero del tráfico de cocaína, Lasseter no solo ha avergonzado a sus electores, sino que deja la duda en relación a quienes son los verdaderos delincuentes que deben perseguir las autoridades de su condado.
La hoja de vida de la comisionada ahora es un prontuario delictivo de acuerdo a la oficina del Fiscal Federal de Distrito, donde siguen su proceso hasta su condena que será en el mes de agosto. Si es que sale con vida de la cárcel, pues ahora tiene 64 años, ¿A dónde será deportada la señora Lasseter para que el condado se libre de delincuentes como ella?
Y como para colocar la cereza en el pastel, un grupo de organizaciones bipartidistas con sede en Illinois eligieron al representante republicano de la ciudad de Peachtree City, Matt Ransey al “Salón de la vergüenza” por su propuesta HB-87, la que, al convertirse en ley, según las organizaciones, ha permitido que el estado pierda alrededor de 391 millones de dólares.
“La lista encierra a los 10 peores políticos locales anti inmigrantes de Estados Unidos”, entre quienes figuran nombres como el de Joe Arpaio y la gobernadora de Arizona Jan Brewer.
Meses atrás la organización Somos Georgia, había entregado al gobernador, también republicano Nathan Deal, el premio por haber llevado al estado al puesto número 51 a nivel nacional después del Distrito de Columbia, en generación de empleos y desarrollo económico.
Lo que se diga de aquí en adelante ya está escrito en la Biblia en el epístola de Santiago 3:12 ¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco la fuente de agua salada puede producir agua dulce.