El uso y manejo de los cepillos de dientes
El cepillado dental con pastas que contengan flúor es un método simple, ampliamente recomendado y practicado para el cuidado de nuestros dientes.
Cuando se realiza en forma habitual y apropiada, el cepillado dental puede reducir la cantidad de placa que contiene la bacteria asociada con la enfermedad gingival y la caries dental, como así también proveer los beneficios del flúor en la prevención de las caries.
¿Hay algún riesgo de salud con cepillos dentales?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no tienen conocimiento de ningún efecto adverso para la salud que esté directamente relacionado al uso del cepillo dental, aunque las personas con desórdenes sanguíneos (hemorragias) y quienes tienen un sistema inmunológico inadecuado pueden sufrir lesiones a causa del cepillado dental y necesiten buscar métodos alternativos de higiene oral.
La boca es el hogar de millones de gérmenes. Al remover la placa y la suciedad del diente, los cepillos dentales se contaminan con bacterias, sangre, saliva, detritos bucales y pasta dental.
Debido a esta contaminación, una simple recomendación es enjuagar su propio cepillo con agua de la llave después de cada cepillado.
Algunas investigaciones especiales han sugerido que, aun después de un profundo enjuague, los cepillos dentales pueden permanecer contaminados con organismos potencialmente patogénicos.
Recomendaciones para el cuidado del cepillo dental
1. No comparta los cepillos dentales. El intercambio de fluidos corporales que esto promovería, aumenta el riesgo de contraer infecciones para quienes los compartan.
2. Después del cepillado, enjuague su cepillo dental cuidadosamente con agua corriente para asegurarse de remover la pasta dental y los detritos, déjelo secar al aire libre, y guárdelo en posición vertical con las cerdas hacia arriba. Si varios cepillos comparten el mismo cepillero, no permita que haya contacto entre ellos.
3. No es necesario remojar los cepillos dentales en soluciones desinfectantes o enjuagues bucales. En realidad, esta práctica puede provocar la contaminación entre cepillos si la solución se utiliza durante un periodo largo o si varios usuarios la comparten.
4. Tampoco es necesario utilizar lava-vajillas, dispositivos de microondas o rayos ultravioleta para desinfectar los cepillos dentales. Estas medidas pueden dañarlos.
5. No mantenga los cepillos cubiertos ni los guarde en recipientes cerrados. Estas condiciones (un ambiente húmedo) son más propicias para el crecimiento bacteriano que el aire libre.
6. Reemplace su cepillo dental cada 3-4 meses, o antes si las puntas de las cerdas aparecen gastadas o dobladas. Esta recomendación de la Asociación Dental Americana está basada en la vida útil del cepillo dental.