Todo en la vida tiene un precio que hay que pagar
“Nada que en verdad valga la pena se obtiene fácilmente. Trabajo, trabajo continuo y trabajo duro, es la única forma en que lograrás resultados duraderos. Cualquier cosa que quieras lograr en la vida, debes sacrificar algo para obtenerlo. Entre mas grande sea su valor, mas grande será el sacrificio requerido de ti. Hay un precio que pagar si quieres hacer las cosas mejores, y un precio que pagar si solo quieres dejar las cosas como están. El camino al éxito es una carretera de cuota. Todo tiene un precio.” – autor anónimo –
Si lo piensas por un momento el vivir una vida simple y sin grandes aspiraciones, una vida común y corriente demanda un precio a pagar, el precio en este caso puede ser una vida llena de limitaciones de toda índole.
La falta de preparación, la falta de metas, la ignorancia, etc. tienen un alto precio. Un precio que afecta tanto a la persona en cuestión como a toda su familia.
Cuando alguien DECIDE solo estudiar hasta el bachillerato (high school), y comenzar a trabajar en lo que sea, está destinado a pagar un precio muy alto; y si en su caminar no hace algo para mejorar su situación, va a vivir una vida difícil, y muy probablemente se verá obligado a trabajar toda su vida en trabajos mal pagados hasta una edad avanzada, y muy difícilmente podrá disfrutar de una vida plena.
Por supuesto el dinero no lo es todo, ni garantiza la felicidad, pero como dice Zig Ziglar de forma humorística “el dinero no es tan importante, sin embargo está a la par del oxígeno”.
¿Qué precio prefieres pagar, una vida limitada con todas sus consecuencias, o estás dispuesto a pagar el precio de prepararte yendo a la universidad, o estudiando alguna carrera vocacional que te permita obtener un mejor trabajo?
Tal vez el precio que debas pagar para comenzar sea el aprender a hablar Inglés si llegaste a los Estados Unidos ya grande y solo hablas Español.
O tal vez quieras pagar el precio de iniciar tu propio negocio y trazarse metas a alcanzar a corto, mediano y largo plazo. O tal vez prefieras iniciar con una compañía de ventas directas o multinivel que te permita iniciar tu propio negocio con una pequeña inversión y bajo riesgo, pero que sin embargo requiere trabajo arduo y constante por un mínimo de cuatro años.
Cualquiera que sea tu decisión recuerda que de todas formas vas a pagar un precio. Tu destino no está grabado en piedra, sino que tú puedes cambiar tu vida dando un giro de 180 grados, simplemente cambiando el destino al que quieres llegar, y comenzando a caminar en esa nueva dirección. Nada te obliga a seguir por un camino indeseado, las limitantes te las pones o te las quitas del camino TU MISMO.
Deseándote éxito en la vida,
Eduardo Silva
678-379-9606
www.EduardoSilva.biz